En cajas de bananas: así encontraron el mecanoscrito original de Cortázar que será subastado

El cuadernillo tipeado a máquina por Julio Cortázar fue subastado este jueves por la tarde y la suma obtenida superó por mucho la cifra máxima estimada por la subastadora uruguaya Zorrilla, donde se ofreció el codiciado hallazgo.

Un cuadernillo tipeado a máquina por Julio Cortázar cuando intentaba darle forma definitiva al icónico libro «Historia de cronopios y de famas» que se publicaría en 1962, 10 años más tarde, fue subastado esta tarde, pasadas las 17.40, en 42.100 dólares; una suma que superó por mucho la cifra máxima estimada por la subastadora uruguaya Zorrilla, donde se ofreció el codiciado hallazgo. Los 46 textos mecanografiados y corregidos a mano por Cortázar en 1952 -algunos icónicos y otros inéditos- fueron presentados con un precio base de 15.600 dólares por la casa Zorrilla, en colaboración con el anticuario argentino Hilario, que estuvo a cargo de su catalogación.

Sin embargo, el martillero de la rematadora montevideana, Sebastián Zorrilla, inició hoy la puja del lote 187 voceando una oferta de 12 mil dólares, que en breves minutos ascendió a los 36 mil de la bajada de martillo, superando en más de un 70 por ciento los 21 mil dólares estimados como techo antes de comenzar el remate. 

El costo final de esos mecanoscritos, comunicado en 42.120 dólares, tiene que ver con que a esa «bajada de martillo» se le suma el 17 por ciento de su valor en dólares, en concepto de comisión más impuestos, que en este caso representó una cifra de 6.120 dólares. 

Esos textos -escritos por Cortázar (1914-1984) en 60 hojas, a razón de una carilla por página- fueron probablemente la adquisición más costosa de la subasta, donde se pusieron a la venta 199 piezas de arte -entre grabados, mapas antiguos, libros, objetos históricos y fotografías- a partir de unos pocos dólares en adelante.

El remate se realizó in situ, en la sede de la rematadora Zorrilla del centro de Montevideo, Uruguay, pero también fue seguida por Internet, mediante las plataformas Invaluable, de Estados Unidos, y Drouot, de Francia.

El lote cortazariano se encontraba «en muy buen estado», integrado por 35 relatos que «con algunas variantes formaron parte de una primera edición de ‘Historia de cronopios y de famas’ publicada en Buenos Aires en 1962; cuatro que fueron publicados en revistas literarias mientras Cortázar vivía; y otros siete inéditos hasta ahora», explicó a Télam Roberto Vega, director de la casa argentina de antigüedades Hilario.

Los cuentos nunca publicados son «Inventario», «Carta de un fama a otro fama», «Mariposas automáticas», «Los viajes y los sueños», «Diminuto unicornio», «Rabia de espejo» y «Rey del mar».

Los mecanoscritos permanecieron 70 años escondidos en el fondo de una caja de bananas sin catalogar que había en la biblioteca de un privado en Montevideo, de quien la subastadora no dio a conocer el nombre. Tampoco trascendió el nombre de la compradora o el comprador de esta «pieza temprana» en la obra de Cortázar, «indispensable como material pre textual para el estudio genético y del proceso creativo de una de las más afamadas obras del autor», explicaron los especialistas.

Se trata de una carpeta cuya autenticidad llevó casi un año acreditar, resultado del trabajo minucioso del escritor uruguayo Aldo Mazzucchelli y del librero anticuario argentino Lucio Aquilanti, dos expertos en la producción cortazariana.

El hallazgo se produjo tras la muerte de aquel privado, identificado por la prensa como «El emperador de los libros del Río de la Plata«, cuando un hijo suyo intentaba ordenar su biblioteca. La carpeta estaba traspapelada en una caja, «como en un doble fondo», contó Vega, donde el coleccionista había metido novelas de los 90 sin valor aparente.

Es así que las expectativas de hallar más manuscritos o textos de Cortázar, uno de los más notables referentes del Boom Latinoamericano, se mantienen en pie: «probablemente haya más material, y cuando digo más material me refiero a primeras ediciones, libros muy raros; no me cabe duda en ese maremágnum de títulos, seguramente vamos a encontrar obras muy interesantes», anticipó Vega.

Nacido en Bélgica, criado en la Argentina y residente de Francia la mayor parte de su vida, Cortázar escribió también «Rayuela», una de las obras centrales del boom latinoamericano y de la literatura en español, publicada por primera vez el 28 de junio de 1963.

En una caja de bananas

Una tarde calurosa y húmeda, a comienzos de 2020, poco antes de que estallara la pandemia de covid-19, el hijo del veterano coleccionista montevideano trataba de ordenar el caos que dejó su padre, fallecido algunos meses antes. Cajas y más cajas, polvo, libros y antigüedades tiradas por toda la casa.

En un rincón había una pila de cajas de banana, de las que se usan para importar la fruta desde Ecuador o Brasil pero también para guardar libros. Empezó a moverlas, a sacar de ahí papeles, pelusas, bolsas, libros viejos, novelas baratas y recuerdos. A vaciarlas. Hasta que llegó al fondo de una de las cajas.

De pronto, entre los dobleces de un cartón húmedo, encontró un papel amarillento con algunas letras. Leyó una palabra: “cronopios”. Abrió los ojos como dos platos y, recordó, se le pusieron los pelos de punta. Tembloroso, empezó a sacar lentamente los papeles y leyó un título, el nombre de un escritor famoso, el de la ciudad donde está enterrado y un año: “Historias de cronopios y de famas. Julio Cortázar. París, 1952”, según el propio hijo del coleccionista contó recientemente a CNN.

Se trataba de 60 hojas, con 46 relatos mecanografiados por Cortázar, de los cuales 35 fueron publicados “casi sin variantes” en la primera edición de 1962 de “Historias de cronopios y de famas” (Editorial Minotauro, Buenos Aires), otros cuatro se publicaron posteriormente y siete son inéditos, de acuerdo con el catálogo de Zorrilla Subastas, uno de los organizadores del remate, junto con Hilario Subastas de Argentina. Un tesoro literario que había permanecido oculto durante más de 70 años en unas cajas de banana.

Con Oscar Conde, el lunfardo y el tango ingresan en la Academia de Letras
“La levanta con pala”, “¡qué garrón!”, “está en un cumple”: el especialista explica de dónde viene y adónde va esta “modesta rebelión ante la lengua oficial” y advierte sobre la desatención histórica que tuvo la literatura en lunfardo

Un académico “lunfardólogo” y tanguero, además de especialista en “géneros marginalizados”, ingresa mañana en la Academia Argentina de Letras (AAL). El poeta, ensayista, docente universitario e investigador dedicado al estudio del lunfardo y del tango Oscar Conde (Buenos Aires, 1961), que fue elegido para ocupar el sillón Juan Cruz Varela, dará su discurso de recepción en el Palacio Errázuriz, sede del Museo Nacional de Arte Decorativo (avenida del Libertador 1902).

Doctor en Letras, profesor de Lenguas Clásicas, de Lengua Española y de Literatura Argentina, y director de proyectos de investigación y de tesis doctorales y posdoctorales, ingresó en la Academia Porteña del Lunfardo (APL) en 2002. “Mi experiencia en APL ha sido riquísima -dice Conde a LA NACION-. Allí tuve y tengo cofrades extraordinarios de los que aprendí muchísimo y a quienes me unen profundos lazos de afecto y, en muchos casos, un vínculo de amistad. Crecí mucho en la APL, no solo si lo medimos en conocimientos. Crecí como persona”.

“Ha sido y es exactamente igual en la Academia Nacional del Tango, donde ingresé en 2015”, dice. “El sábado presentamos con Claudio Martínez un libro con la poesía reunida de Felipe Fernández, ‘Yacaré’, Versos rantifusos y otros poemas, publicado por La Docta Ignorancia -cuenta-. Lo que hicimos fue escribir el estudio preliminar, armar un glosario y producir más de dos mil notas al pie de los poemas que son de carácter lexicográfico o contextual. De lo contrario, un lector joven de nuestros días no entendería casi nada”. Conde y Martínez preparan una edición anotada de otro trabajo de “Yacaré”, la Gramática del chamuyo rantifuso, que publicará la Universidad Nacional del Litoral en 2024.

-¿Cuál es el tema de tu discurso de recepción ante la AAL?

-El discurso se titula “Los tesoros ignorados de la literatura lunfarda” y aborda la desatención histórica que ha tenido la vastísima literatura escrita en lunfardo y la cantidad de textos de este tipo en forma de poema, diálogo, cuadro costumbrista, narrativa o columna periodística, que es necesario rescatar de las páginas de diarios y revistas de los últimos 120 añospara darla a conocer en ediciones en libro a las nuevas generaciones. No solo hallaríamos allí muchas expresiones lingüísticas olvidadas o desconocidas sino que también podríamos percibir las transformaciones y sucesivas metamorfosis que han tenido el modo de pensar, de sentir y de entender la vida de los argentinos.

-¿El lunfardo es solo porteño o hay un lunfardo argentino?

Nunca fue estricta o exclusivamente porteño. Cuando surgió, lo hizo en forma paralela en diversas ciudades de la región del Plata: Buenos Aires, Montevideo, Rosario, La Plata. Es decir que nació con un alcance amplio que abarcó distintos centros urbanos, pero desde la década de 1970 tiene un alcance nacional, y en los últimos veinticinco años hasta un alcance transnacional. Se usan lunfardismos en Chile, donde se usan mufa y canchero; en Bolivia, en Paraguay, donde se usa curro, y hasta en España, además de Uruguay, claro, que fue cuna del lunfardo tanto como la Argentina.

-¿Cómo definirías el lunfardo?

-En una definición simple y clara, el lunfardo es un vocabulario popular; la palabra técnica en lingüística es argot. Es un listado de palabras y de locuciones que surgen en la oralidad y que, más tarde o más temprano, acaban también por incorporarse a la lengua escrita: la literatura, los medios de prensa, los carteles de los negocios, las publicidades, los mensajes en aplicaciones o los posteos en redes sociales. La clave está dada por su afán lúdico. En vez de decir “¡qué problema!” solemos decir “¡qué garrón!”. En lugar de decir que la venta está floja podemos decir que anda flojardi. Podríamos decir que alguien gana mucho dinero, pero tal vez preferimos decir que la levanta con pala. Y si alguien no se da cuenta de nada elegimos decir que está en un cumple.

-¿Por qué se lo relaciona con la marginalidad?

-Por dos razones. Primero, se originó entre las clases populares en la década de 1870, cuando comenzaba la gran inmigración europea, y segundo, quienes primero repararon en el lunfardo fueron policías o criminalistas y, como escucharon este léxico de boca de presos, supusieron equivocadamente que se trataba de una jerga de la delincuencia. La segunda razón no merece la pena ni discutirla, porque es un error evidente: el lunfardo abarca muchísimos campos semánticos que no tienen relación con el delito: birra, catrera, marote, engrampar y pucho, entre cientos de ejemplos. La primera razón podría considerarse más lógica, pero definitivamente está mal, porque no es cierto y porque está moralmente mal asociar pobreza con delincuencia.

-¿Qué relación hay entre la lengua “oficial” y los argots?

-Los argots, por ser simplemente repertorios léxicos, se cuelan en la lengua estándar, esto es, aprovechan su sintaxis, sus recursos morfológicos para indicar género, número, tiempo o modo verbal. También se sirven de las clases de palabras que los argots no generan y que, por lo tanto, no pueden reemplazarse: los artículos, los pronombres, las conjunciones, las interjecciones y la mayoría de los adverbios. De este modo, una frase puede contener lunfardismos, pero se construirá de acuerdo con la sintaxis del español y se servirá de distintos tipos de palabras del español. Si digo el verso de Roberto Selles “los gomías me engordan la casimba del cuore”, allí solo hay tres lunfardismos: gomías (vesre de amigos), casimba (billetera) y cuore (corazón). Lo demás es español.

-¿Y tienen otros propósitos?

-En su origen, son indicios de una modesta rebelión ante la lengua “oficial”, pero no tanto porque se rebelen contra las normas lingüísticas, sino más bien porque, por medio de la degradación de esas normas, que dan cuenta de los valores imperantes y la cultura dominante, se critica o se ironiza, se expresa la rabia, la aflicción, la desesperanza o el desprecio ante lo que se considera un orden social injusto. Ya no es así necesariamente, en especial porque el lunfardo ya no es exclusivo de la esfera popular. Sin embargo, siempre siguió conservando dos funciones primordiales: genera la cohesión grupal y es un emblema identitario e identificatorio.

-¿A qué llamás géneros literarios marginalizados?

-Son los géneros a los que las instituciones de la cultura como las universidades, las academias, las revistas culturales, aunque en menor medida tal vez, han ignorado históricamente, como el policial, el de terror, el de aventuras, la novela rosa, la ciencia ficción, la literatura para chicos, la historieta. En nuestro país fueron géneros marginalizados la poesía gauchesca o la letra de tango. Pues bien: la literatura lunfarda lo sigue siendo hoy.

-¿Qué autores podrías mencionar?

-Entre los poetas lunfardos, a Luis Alposta, Otilia Da Veiga, Martina Iñíguez, Evangelina Corredera y Carlos Velazco, y entre los letristas de tango, el uruguayo Fernando Santullo, Acho Estol, Claudia Levy, Sebastián De Mattei, Alfredo Rubín y Marta Pizzo.

-¿La cancionística popular merece ser más estudiada por los académicos?

-Sin ninguna duda, y estos estudios están ciertamente en pañales. No solo pienso en la letra de tango, sino también la de la canción folklórica, la del rock nacional, la de la llamada “música tropical”, la del rap y la del RKT. Para algunos intelectuales solo vale la pena estudiar la “literatura culta” o la literatura percibida y, a veces, con absoluta soberbia, también autopercibida, como de vanguardia, es decir, la producida por escritores de culto o que, en la mente de estos intelectuales, merecerían algún día ser escritores de culto. Cada quien puede estudiar o leer lo que prefiera, por supuesto.

-¿Cómo se evalúa la calidad de la cancionística y qué criterios se usan para evaluar esa calidad?

-Para responder debería hablar tres o cuatro horas. Hablar sobre la calidad del arte siempre puede resultar subjetivo, aunque existan parámetros para medir la calidad musical o poética. Los musicólogos son quienes pueden evaluar la perfección de una pieza. En mi caso, podría hacer una evaluación literaria, porque soy un profesor de literatura. Sin embargo, hay cosas difíciles de medir cuando se produce un hecho artístico o el encuentro entre la obra y el público: el impacto emocional, la sensación de que el artista está diciendo cosas que uno siente y piensa, y que las está diciendo de un modo que no podría ser mejor, ni más bello ni más claro. En ese momento, podrían venir los más grandes especialistas a explicarnos los “errores” de esa obra y darnos razones de por qué no es buena, y a nosotros, como público, no nos importa nada. Esa obra de arte (una canción, un libro, una peli, una escultura, una actuación) nos llena el corazón, la emoción y el asombro nos conmueven y con eso es suficiente. Como dijo Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no puede llegar a entender”.

-Afirmás que la innovación en el lenguaje proviene de los jóvenes.

El 96 % por ciento proviene de los jóvenes menores de 25, en efecto. Es un dato objetivo. Salvo los neologismos que tienen que ver con nuevas realidades, con avances tecnológicos o con descubrimientos científicos, son poquísimas las palabras “inventadas” por personas mayores de veinticinco años. Otra cosa puede suceder dentro de las jergas específicas: es posible que se impongan nuevos términos por parte de personas mayores en el ámbito de la educación, en la jerga financiera o en la de la droga, pero estamos hablando de vocablos o locuciones generalizadas en el uso.

-¿Cómo conviven en tu obra el ensayo académico y la literatura?

-Y… va ganando el primero por goleada. Estoy escribiendo un libro sobre el lenguaje argentino y, muy de vez en cuando, algún poema que integrará algún día mi próximo poemario: Indicios de Gardel y otras maravillas aprendidas para siempre.

-¿Cuál es tu opinión sobre las críticas de cierto sector político a la inversión del Estado en humanidades y ciencias sociales?

-No entiendo a qué sector político te estás refiriendo. La inversión del Estado en humanidades (bibliotecas, archivos, museos, academias nacionales) es ínfima desde que tengo conciencia. E, infelizmente, fue así con todos los gobiernos. Ha habido, claro, personas que realizaron gestiones dentro de algunas instituciones del Estado que han sido muy buenas, pero son excepciones absolutas.

-Me refiero a los referentes de La Libertad Avanza.

-Nunca hablo de política en los reportajes que me hacen, pero voy a hacer una excepción. Si gana las elecciones ese frente político, lo último que va a interesarnos son los recortes a las humanidades y las ciencias sociales que son, por supuesto, evidencias de una ignorancia supina. Cuando dolaricen, y ojalá que no lo logren, la mayoría de nosotros ganaremos doscientos dólares y el colectivo nos va a costar cinco dólares y un alquiler, quinientos. Ese va a ser el verdadero problema que tendremos que enfrentar.

Por Daniel Gigena/ La Nación

Premio Nobel de Literatura 2023 a Jon Fosse

La Academia Sueca ha otorgado el Premio Nobel de Literatura 2023 a Jon Fosse. Su obra ha sido comparada con la de Ibsen y Beckett. Es una gloria nacional de las letras en Noruega y su teatro ha sido representado en todo el mundo. Poeta y novelista además de dramaturgo, este devoto de Lorca llegó a la escritura desde la música en la adolescencia. Y el ritmo sigue siendo una de las claves de su fuerza. Fue maestro de Karl Ove Knausgård, el último fenómeno literario de su país, y destrozó sus primeros versos.

Ida Vitale: «No me pesan los 100 años, las cosas malas de la vida hay que olvidarlas»

El 2 de noviembre la poetisa uruguaya Ida Vitale cumplirá 100 años, una cifra que no le pesa, «¿por qué debería hacerlo?», se plantea en una entrevista con EFE en Madrid, «las cosas malas una las olvida, lo primero que debe hacer uno es olvidar las cosas malas», y es que «¿en qué vida no las hay?».Cerca de cumplir un siglo de vida, Vitale regresa a Madrid para presentar la reedición de uno de sus libro más exitosos: Donde vuela el camaleón (editorial Lumen), publicado originalmente en 1996 e inédito en España hasta ahora, una obra a medio camino entre la poesía y la prosa que reúne cuentos, fábulas y alegorías.

Entrevistar a Vitale no es fácil por la gran cantidad de preguntas que los periodistas le han hecho en su vida, pero ella contesta riéndose que en su Montevideo natal no lo hacen: «Allá no necesitan entrevistas, los montevideanos lo saben todo, el uruguayo es suficiente, se alcanza, pero no, es buena gente», señala para recordar que a Uruguay ha ido a vivir mucha gente, sobre todo españoles.

La literata uruguaya recuerda rápidamente al escritor español José Bergamín, del que fue muy buena amiga: «por lo menos los discípulos lo queríamos mucho y eso debe ser satisfactorio para alguien que se ha tenido que ir de su país ¿no? y más de España que en ese momento estaba horrible».

Ella también fue exiliada —vivió 10 años en México junto a su segundo marido Enrique Fierro tras el golpe de Estado de 1973 en Uruguay—, pero nunca se sintió así: «Uno dice exiliado y parece que crea un aura de sufrimiento. No, yo fui muy feliz en todos lados. En México era una gente estupenda. En realidad era un ascenso irte a México. Solo con Octavio Paz tienen para sobrarnos».

CASI CIEN AÑOS «POR LO MENOS»

«No cambiaría nada de lo que he escrito, quizá hacer otra cosa. Lo que escriba que sea mejor, pero lo que pasó, pasó», asegura Vitale echando la vista atrás sobre su producción literaria de la que dice que no le ha quedado ningún tema por escribir.

«Nunca pensé que tenía obligación de hacer una cosa u otra, lo que salía, salía. Cuando uno escribe es espontáneo, después hay que corregir, eso es básico«, explica.

Sobre lo que ya ha escrito «pienso que siempre pudo ser mejor, pero bueno, también yo pude haber venido a un mundo mejor hecha», dice de nuevo ante risas.

Regresar a su país después de pasar por México y Estados Unidos le gustó, pero «la gente que yo quería ver ya no está. El problema de tener 100 años es que no todos llegaron, extraño a mucha gente, pero en fin. Toda la gente a la que quise y murió, pero bueno eso nos pasa a todos, tenemos que asumirlo», dice con nostalgia en la mirada.

Y a pesar de su elevada edad, Vitale no piensa en la muerte, bueno sí, «a veces cuando arreglo un cajón pienso para que quede en orden», se ríe, pero por ejemplo la impresionante biblioteca que acumula a lo largo de su vida asegura que «no me la quiero llevar puesta».

De esa biblioteca, lo importante no es cuántos ejemplares conserva, sino cuántos perdió. «De un país a otro a veces uno piensa que va a volver y no vuelve. Lo que queda tiene que quedar acá y ya», señala resignada.

JÓVENES QUE NO LEEN

Para Vitale la culpa de que los jóvenes no lean es «de los que escriben y de los maestros»: «En casa había libros en la biblioteca, quizá la culpa es de los padres. Lo normal es que uno se apropie de todo lo que hay en la casa empezando por los libros».

Recuerda a sus profesores con gran cariño, en especial a la de italiano, «tuve excelentes profesores en todo, hasta en matemáticas», una asignatura que me gustaba «pero era algo ajeno».

Pero volviendo a los jóvenes de ahora, Vitale les recomienda «que no lean, a ver si por puro espíritu de oposición leen», dice abriendo los ojos, y recuerda que a ella lo que fascinaban las novelas porque le contaban cosas que no existían en su vida real.

Tantos años viendo como la definen en lo personal y en lo literario y Vitale resume su vida en «soy dulcera», por su pasión desde niña por los dulces acrecentada por una comida, «el puchero», que era recurrente en su casa.

«Y me queda pendiente aprender a tocar el piano», dice Vitale con esas ganas de todo en las cercanías de los 100 años.

Fuente: zendalibros.com

III SIEMBRA DE LIBROS

📚 Se viene la tercera Siembra de Libros del 2023📚

El jueves 21 de septiembre de 9 a 18.30hs.
Acércate a la #BD con un libro que ya hayas leído y llévate otro a elección. 📗

📣Además habrá otras propuestas. Más info en las redes sociales de la biblioteca:

-Biblioteca del docente (FaceBook)

-@biblioteca_del_docente (Instagram)

Lanzamiento de la 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

#Eventos | El 14 de septiembre a las 10 hs en el auditorio Jorge Luis Borges se realiza el lanzamiento de la 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

La Fundación El Libro da a conocer la ciudad invitada de honor de la Feria y el nombre del escritor o escritora que dará la conferencia inaugural. Además, se entrega el material informativo, planos y condiciones para participar como expositor de esta nueva edición que se realiza del 23 de abril al 13 de mayo de 2024 en La Rural.

Entrada libre y gratuita.

Don Quijote de la Mancha pudo haber existido en la vida real, según National Geographic

¿Fue acaso Cervantes influenciado por personajes de carne y hueso para crear a su caballero andante?

Don Quijote de la Mancha» es una obra de ficción creada por Miguel de Cervantes que fue publicada en 1605. Aunque Don Quijote, el personaje, es un producto de la imaginación de Cervantes, es posible que el autor se haya inspirado en personas, eventos o características de su época para dar vida al personaje y a su historia.

Hay algunas teorías y especulaciones que sugieren que ciertos personajes reales podrían haber inspirado a Cervantes, pero no hay evidencia concluyente de que Don Quijote estuviera basado directamente en una persona específica.

La genialidad de «Don Quijote de la Mancha» radica en la universalidad de sus personajes y temas. Don Quijote representa el idealismo y la pasión desmedida por los ideales caballerescos, mientras que Sancho Panza representa el realismo y la pragmática terrenal. A través de ellos, Cervantes ofrece una profunda reflexión sobre la naturaleza humana, la locura, la realidad y la ficción.

Sin embargo, en la revista National Geographic se ofrece una posibilidad certera sobre los orígenes «reales» de Don Quijote de la Mancha.

¿Realidad o ficción? Las verdaderas inspiraciones detrás de Don Quijote

Considerada un pilar de la literatura universal, «Don Quijote de la Mancha» ha cautivado a lectores por generaciones. Sus icónicas escenas, desde el enfrentamiento contra molinos de viento hasta su peculiar elección de un yelmo, son el producto de la brillante mente de Miguel de Cervantes. Sin embargo, surge una intrigante pregunta: ¿Estas fantasiosas aventuras tienen un origen real, se pregunta National Geographic?

Javier Escudero, investigador con más de dos décadas de experiencia en archivos históricos manchegos, revela que la realidad podría ser más sorprendente de lo que muchos creen. Aunque Cervantes se nutrió de fuentes literarias y mitológicas, hay evidencias de que también se inspiró en hechos y personajes reales de su tiempo.

Por ejemplo, un caso documentado relata cómo un barbero, en un arrebato de locura, atacó una cruz cerca de unos molinos; una situación que recuerda al famoso episodio de Don Quijote contra los molinos. Otros archivos narran situaciones similares a las descritas en la obra, sugiriendo que Cervantes pudo haber tomado inspiración de hechos reales para dar vida a sus personajes.

¿Quién pudo haber sido el «verdadero» Quijote?

En este contexto, emerge la figura deAlonso Manuel de Ludeña, un hidalgo y vecino de Cervantes en Esquivias, Toledo. Según las investigaciones de Escudero, Ludeña pudo haber compartido anécdotas y relatos que finalmente inspiraron partes de «El Quijote». 

Estos hallazgos desvelan una nueva perspectiva sobre la obra maestra de Cervantes, sugiriendo que el límite entre ficción y realidad puede ser más difuso de lo que se pensaba, y que la genialidad de Cervantes radica, en parte, en su habilidad para fusionar ambos mundos.