Empezó coloreando la Patoruzú y hoy lo recuerdan como un ícono del arte surrealista argentino

Guillermo Roux vivió sus últimos días en Martínez. Una pintura en la Legislatura de Santa Fe y su versión de San Martín, emblemas de su obra.

Guillermo Roux creció rodeado de arte. Su padre, Raúl Roux, era un historietista de amplia trayectoria: trabajó en Caras y Caretas, Páginas de Columba, El Tony, Para Ti, El Gráfico, Atlántida, Mundo Argentino y el diario La Razón, aunque tal vez su trabajo más popular fuera dibujando para Patoruzú.

“La historieta en esos años tenía una injerencia en la juventud. Estaba incorporada naturalmente a los chicos a través de las revistas”, cuenta Hugo Maradei, ex director del Museo del Humor y curador del MIG-Museo de la Ilustración Gráfica. Y fue en ese contexto que Guillermo Roux entró a trabajar en la Editorial Dante Quinterno con tan solo 15 años. Allí, comenzó su oficio rodeado de veteranos de las viñetas como Lovato, Blotta, Ferro y Romeu. Hoy, a tres años de su fallecimiento, sus colegas y admiradores lo recuerdan como un prócer del arte plástico.

“Esos primeros años fueron maravillosos, para mí un mundo nuevo y extraordinario. A pesar de las notables diferencias de edad, ellos fueron mis amigos ¡y cuánto aprendí!”, relató el mismo Roux en una entrevista recopilada en Patoruzú. Una revista, una época en octubre del 2008. Quinterno, el histórico dibujante de cómics responsable de haber creado a Patoruzú o a Isidro Cañones, entre tantos otros icónicos personajes, había descubierto la facilidad de Roux para el color, lo cual lo llevó a colorear las mismísimas tapas de Patoruzito.

Un artista nómade

Luego de un tiempo trabajando en las portadas, Roux decidió viajar a Europa para proseguir con sus estudios. Hasta ese momento había asistido a la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, en donde fue alumno de Lorenzo Gigli y Corinto Trezzini. Como cuenta Maradei, Quinterno le pidió que tenga preparadas tapas coloreadas como para 2 o 3 años antes de partir a Italia. Así, comenzó sus peripecias por el extranjero, en donde poco a poco ganó aprendizaje y reconocimiento.

El mismo Roux se definía como nómade hasta que llegó a encontrar su lugar en Buenos Aires. En aquel viaje a Europa se instaló en Italia por tres años, en donde trabajó restaurando frescos y mosaicos. Más tarde, en 1960, volvió al país y vivió en San Salvador de Jujuy por siete años, en donde fue docente. Sin embargo, su constante inquietud lo llevó a Nueva York en 1966. Allí se sumergió en el ámbito de la publicidad y de la ilustración de libros. Recién un tiempo después volvió a Buenos Aires, en donde se instaló definitivamente.

Durante sus travesías estudió las obras de los maestros del Renacimiento y de Diebenkorn y Hopper, los cuales influyeron en su estética. Su obra fue expuesta numerosas veces y a lo largo del mundo. Por mencionar algunas de ellas, fue exhibida en la galería Bonino en 1972, en la muestra en Marlborough Fine Arts en Londres al año siguiente y en la muestra en Munich en 1971, o más acá en tiempo y espacio, se encuentra “La Mujer y máscaras”, parte de su colaboración en la renovación de las Galerías Pacífico en el año 1994 o “La Ronda”, pintura que se halla en el corazón del Palacio Duhau.

Un eterno niño

Por más que esté categorizado como surrealista, su obra es variada y multifacética. Se podría decir que sus principales temas giran alrededor de la infancia. “Conservar esa niñez o esa frescura, esa inocencia, creo que es fundamental porque uno aprende mucho. Ahora, de lo que se trata, es de desaprender, no saber tanto, hay que saber menos y jugar más”, dijo en una entrevista realizada por el entonces Ministerio de Cultura de la Nación. Eso se puede ver representado en obras como la serie de “Juego interrumpido” o en el autorretrato hecho por él y Carlos Alonso.

Sin embargo, también hay espacio para la crítica política. El retrato en acuarela del Libertador y el mural “La Constitución guía al pueblo” son dos obras que denotan sus pensamientos respecto al tema. “No lo podía representar (a San Martín) en forma pasiva ni distante, en un altar donde nada lo roce. Preferí hacerlo mirándonos y señalándonos, como reclamándonos la parte que nos toca en la construcción de esta Argentina”, declaró respecto a la obra sobre el prócer que primero ilustró la tapa de un suplemento especial del diario La Nación en el 150 aniversario de su fallecimiento y que años más tarde donó al Instituto Nacional Sanmartiniano.

En cuanto a “La Constitución guía al pueblo”, mural hecho para la Legislatura de la ciudad de Santa Fe, dijo en una entrevista a Clarín: “Los héroes, ahora, están en la calle: son esos padres que tienen que mantener cinco hijos con un sueldo escaso. Hoy no tenemos que cruzar la cordillera pero tenemos que cruzar otras cosas. Y ahí, en ese momento, entonces, ¿dónde están nuestros San Martín? Yo quiero verlos. Esta pintura es para hacer presentes esos pensamientos”.

Entre los trabajos más surrealistas y los más realistas hay un espectro de experimentación, tanto en técnica como en temática. Realizó diferentes obras con acuarelas, témperas, collages y dibujos. “En el último tiempo se levantaba a la noche porque no dormía bien y se ponía a dibujar utensilios de la cocina”, cuenta Hugo Maradei. Y en efecto, eso fue parte de una colección a la que se le llamó “Nocturnos” y la cual llegó a exponerse en el Museo de Arte Decorativo. “Hay una especie de silencio cuando es de noche donde queda un espacio para que se mezcle la realidad con los recuerdos y para que las cosas más impensables puedan pasar por la cabeza”, contaba en una entrevista dada a este medio acerca de aquellos dibujos que hacía a raíz del insomnio.

Una obra vital

Guillermo Roux murió el 17 de septiembre del 2021 a los 92 años. Vivía en Martínez junto a su esposa, Franca Beer, y tenía un taller ubicado en CABA en el cual daba clases. Su reconocimiento incluía el Primer Premio Internacional de la XIII Bienal de San Pablo del año 1975, el Premio Konex de Platino como el más importante pintor surrealista de la historia en Argentina en 1982, el Premio “Dr. Augusto Palanza” por la Academia Nacional de Bellas Artes y la designación en 1990 de Académico de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Cuando se le preguntaba cuál era su obra de preferencia él contestaba: “En el momento que lo estoy haciendo el mundo es ese. En el momento que lo dejo de hacer es porque ya el mundo dejó de ser”. Era un artista que no dejaba de explorar hasta en sus últimos días y cuya vitalidad sigue vigente en todo el arte que legó.

Por ALEX LEIBOVICH

Fuente: Clarín

Autorretrato por Guillermo Roux y Carlos Alonso
Gualeguaychú: La increíble muestra de arte en el Teatro del Puerto: cuándo se puede visitar

La Exposición Regional de Arte Contemporáneo permanecerá abierta al público hasta el 29 de febrero de 18 a 22 horas durante la semana y en horario cortado los fines de semana.

El arte es parte central de la cultura local y se encuentra en todas partes, desde murales en la vía pública, carreras de formación superior y exposiciones que revelan el potencial artístico que tienen la ciudad. 

En esta línea, se lleva a cabo la Muestra Regional de Arte Contemporáneo en el Teatro del Puerto, donde se exhiben desde cuadros a esculturas. 

Dentro de la puesta, se pueden observar diferentes técnicas artísticas así como variedad de colores y texturas. 

Esta acción es parte de una movida artística activa que busca acercar el arte a los vecinos de Gualeguaychú y a los turistas. 

La muestra permanecerá abierta hasta el 29 de febrero y los horarios en los que puede ser visitada son los siguientes: Lunes a viernes de 18 a 22 horas y sábados y domingos de 9 a 13 hs y de 17 a 20 hs. 

Fuente: eldiaonline

Misiones: El Centro de Arte del Parque del Conocimiento convoca a artistas de la provincia para la muestra «Impronta Misionera»

La convocatoria está dirigida a los artistas visuales que utilizan diversas formas del lenguaje artístico, y/o combinen diferentes técnicas u otros procedimientos (entre sí), manteniendo un hilo conductor o eje conceptual entre las diferentes obras.

El objetivo de la misma es visibilizar las producciones contemporáneas en artes visuales de la provincia, promoviendo el desarrollo del arte como forma de expresión social y cultural, generando un espacio de encuentro de la ciudadanía con expresiones artísticas y culturales contemporáneas, y favoreciendo la exposición, circulación y comercialización de obras de artistas de la provincia.

La inscripción para participar estará abierta hasta el miércoles 6 de marzo y se realizará a través del formulario adjunto y también disponible en las redes sociales del Centro de Arte. En el mismo podrán anotarse artistas individuales o colectivos de artistas.

Para más detalles o consultas: convocatoria.centrodearte@gmail.com

Fuente: noticiasdel6.com

Cuatro shows imperdibles: los artistas que llegan a La Plata a partir de marzo

De la mano de Gonna Go, en La Plata habrá propuestas para todos los intereses: cumbia, rock, pop, entre otros.

A medida que se acerca marzo y las vacaciones van quedando atrás, comienza a configurarse la cartelera de espectáculos en las distintas salas, estadios y espacios culturales de La Plata. En ese sentido, la productora Gonna Go comenzó el año con grandes anuncios, entre los que hay propuestas para todos los intereses: cumbia, rock, pop, entre otros sonidos.

A partir del mes que viene, volverán los shows que ofrece la compañía líder en el rubro, que desde hace dos décadas acerca a los artistas más relevantes de la escena al público local. Entre decenas de shows, ciclos y festivales de relevancia para los amantes de la música en vivo, a fines de 2023 Gonna Go produjo, por ejemplo, el esperado regreso de Fito Páez.

Recientemente, una de las noticias mejor recibidas fue la de la inminente visita de Ke Personajes, la banda de cumbia más escuchada del momento, que hará en la ciudad el show más grande de su carrera. El próximo sábado 23 de marzo, la banda liderada por Emanuel Noir hará vibrar a los platenses en el Estadio UNO con su estilo fresco e innovador, que fusiona cumbia tradicional con otros géneros.

EL REGRESO DE BABASÓNICOS A LA PLATA

Durante las semanas siguientes también habrá planes que el público más rockero no querrá perderse. El viernes 12 y sábado 13 de abril los seguidores de Babasónicospodrán reencontrarse con la banda en el Estadio Atenas, después de su doble sold-out en mayo del año pasado en el mítico recinto de avenida 13. Encabezado por Adrián Dárgelos y referente indiscutido de la escena nacional desde su surgimiento en 1991, el grupo mantiene su vigencia y su incansable búsqueda de innovación, lo que se nota en canciones como “Tajada”, su último lanzamiento, que sonará en La Plata junto a su amplio repertorio.

Al mes siguiente, el rock platense estará de fiesta por el regreso de Guasones al Estadio Atenas, donde hace tantos años juega de local. El sábado 4 de mayo, la banda de Facundo Soto se reencontrará con su gente para seguir dando cátedra de rock clásico con sus más de tres décadas de trayectoria y camino recorrido en escenarios nacionales e internacionales.

Dos semanas después, el mismo microestadio recibirá a El Kuelgue, cuya última visita había sido en junio pasado, cuando presentó su quinto disco, titulado Hola Precioso (2023). Esta nueva oportunidad de verlos en vivo en La Plata será el sábado 18 de mayo y servirá para volver a disfrutar de su novedosa música, caracterizada por el recurrente absurdo de sus letras y la calidez de su sonido.

LOS SHOWS DE GONNA GO EN EL TEATRO ÓPERA DE LA PLATA

En La Plata, Gonna Go también desarrolla e impulsa la nutrida cartelera del Teatro Ópera, sala emblemática de la ciudad que continúa los festejos por sus 70 años con numerosas propuestas. Abrirá la temporada el viernes 1° de marzo con un show gratuito de Bestia Bebé, Antonia Navarro, Juan Baro y Mamba Suite, para el cual ya se agotaron las entradas.

Otros de los artistas que van a presentarse próximamente en la sala de calle 58 entre 10 y 11 son Raly Barrionuevo (2/3, agotado), Los Espíritus (9/3), 1915 + Vita Set (16/3), Massacre (22/3), La H No Murió (23/3), Ronpe 99’ (5/4), Koino Yokan (6/4), Los Tipitos (20/4), Adrián Berra (26/4), La Mississippi (27/4), Kamada (4/5) y Rata Blanca (12/5).

Más información y próximos anuncios en las redes del teatro. Las entradas para todos los shows mencionados ya se encuentran a la venta a través del sistema Livepass. Los clientes de Banco Provincia tienen un beneficio exclusivo pagando con tarjetas de crédito Visa y Mastercard: 4 cuotas sin interés y 30% de ahorro, con tope de reintegro de $3.000 por transacción.

Fuente: 0221.com.ar

Obras para ser pisadas y atravesadas: inauguran la más grande retrospectiva sobre Yoko Ono

La muestra «Music of the mind» estará abierta hasta el 1 de septiembre y recorre siete décadas de su trayectoria: desde sus primeros pasos en el vanguardismo en Nueva York y Tokio hasta su tiempo en el Reino Unido, donde conoció a Lennon. Todo desde un heterogéneo registro que abarca instalaciones, pinturas, fotografías, esculturas y piezas de audio.

Con el mismo arrebato irreverente y lúdico que en 1969 enamoró a John Lennon, con quien selló una historia que terminó siendo contraproducente para la carrera artística de ambos, Yoko Ono se hace presente desde hoy en la Tate Modern de Londres desde una gigantesca retrospectiva -la más grande dedicada a su producción- que interpela a los visitantes con obras que invitan a ser pisadas, atravesadas con la mano o intervenidas con un clavo. «Music of the Mind» («Música de la mente») se llama esta exposición integrada por más de 200 obras que insta a despertar la creatividad de los espectadores con acciones que requieren mucho más que un tiempo de contemplación: la artista que por estos días cumplirá 91 años -más precisamente el próximo domingo- busca una interacción tan activa de los visitantes que la mayoría de las obras sólo adquieren algún sentido cuando se activa la participación del público.

«La paz es poder», «Esta obra es para pisarla», «Cuadro para ver el cielo», «Roba una luna del agua del cubo, sigue robando hasta que la luna no se vea», son algunas de las consignas o instrucciones que organizan este recorrido por siete décadas de creación de la artista cuyo inagotable ingenio se sumerge en las raíces del arte conceptual que generó vasos comunicantes entre las culturas de Oriente y Occidente.

Atravesar un lienzo para dar la mano a otra persona -que puede ser un espectador desconocido-, pisar una obra, usar un martillo para poner un clavo en la pared o jugar a un ajedrez totalmente blanco «hasta que dejes de recordar dónde están tus piezas» son alguna de las interacciones posibles que propone la muestra.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 1 de septiembre, recorre siete décadas de la trayectoria artística de Yoko Ono desde sus primeros pasos en el vanguardismo en Nueva York y Tokio hasta su tiempo en el Reino Unido, donde conoció a Lennon, todo desde un heterogéneo registro que abarca instalaciones, pinturas, fotografías, esculturas y piezas de audio.

Muchas de las obras aluden a fenómenos actuales como el de la migración, como ocurre con el proyecto «Add Colour (Refugee Boat)» («Añade color (Barco de refugiados)»), que ocupa toda una sala blanca en cuyo centro hay una pequeña barca del mismo color. Allí, el público podrá pintar el barco y las paredes con rotuladores azules, en referencia al color del mar hacia el que se embarcan muchas personas en busca de una vida mejor.

La exposición incluye algunas de sus obras más polémicas, como el video que muestra su performance en «Cut Piece» (Pieza cortada, 1964/1965), un trabajo que presentó primero en Japón y luego en Nueva York. En el escenario, Ono aparecía envuelta en un vestido negro y dejaba unas tijeras a su lado, para que el público le fuera cortando la ropa. La artista intentaba llamar la atención sobre la violencia ejercida por la sociedad contra las mujeres.

Una historia de amor que se devoró una trayectoria

A sus todavía 90 años, las acciones pacifistas y humanitarias de Ono guardan tanta vigencia como cuando lanzó la campaña contra la guerra de Vietnam metida en la cama con John Lennon, una experiencia que se proyecta en las paredes del museo londinense, junto con el censurado «Bottoms», un corto en el que se ven 365 colas en primer plano, y con el que intentaba demostrar que «desde atrás, todos somos iguales».

No se discute que la relación con el músico la ayudó a «amplificar» a escala global sus mensajes pacifistas y feministas, pero al mismo tiempo terminó siendo un lastre para su carrera artística, no solo porque desde el asesinato del cantante y compositor de The Beatles en 1980 quedó subsumida en su rol de «viuda de Lennon» sino porque tras la disolución de la banda en 1970  ella quedó apuntada como el factor que expandió la discordia entre el grupo.

«Yoko Ono es la artista desconocida más famosa del mundo, todos saben su nombre pero nadie sabe qué hace». Así llegó a resumir el propio Lennon en los setenta la invisibilización que recayó sobre la obra de su mujer tras ser eclipsada por el mundo «Beatle».  

Ono y Lennon se conocieron en 1966 en Londres, cuando la artista integraba el grupo Fluxus, un movimiento nacido en Nueva York que reunía a artistas conceptuales y de vanguardia en esa ciudad, donde vivía desde niña después de que su familia dejara Tokio. El músico fue a recorrer una muestra que la artista presentaba por esos días en una galería londinense y quedó cautivado por una obra llamada «Ceiling painting» («Pintura del techo»), en la que se invitaba al visitante a subir a una escalera y ver a través de una lupa una palabra que aparecía en lo alto: la palabra era «Yes» (Sí). Lennon subió la escalera y quedó asombrado por la inventiva de Ono.

Cuando su disruptiva concepción del arte que buscaba escaparle a las formas tradicionales y al mercantilismo impactó en la imaginación de Lennon -quien por su parte comenzaba a sentir una relación opresiva con la fama y las gira-, la artista se convirtió en el centro de críticas y burlas. Nadie toleró que el hombre que había dado al mundo canciones perfectas grabara discos de una vanguardia «inteligible», posara desnudo para uno de sus portadas o realizara campañas por la paz a través de distintas performances. La exposición aparece como una reivindicación que pone en valor ese rico recorrido creativo tan desatendido por años.

El certificado de matrimonio de la pareja, sellado en la «ciudad y guarnición de Gibraltar» el 20 de marzo de 1969, se exhibe ahora en la exposición junto con otros trabajos conjuntos de Ono y el músico, al tiempo que ilumina lo que «ha estado escondido por eso de ser ‘la mujer de John Lennon»

Fuente: Telam

Los recitales de pintura de Lula Mari marcan un inicio de año distinto para las artes visuales

La artista propone otra manera de ver pintura, con el público como espectador de una puesta que se despliega en un escenario. Su obra, que miles ven cada día en el subte porteño, fue reunida en una exitosa retrospectiva. Ahora vuelve con esta propuesta única, en el CC San Martín.

Rojo, verde, negro, azul. Una figura humana en penumbras, tortugas, aves, ranas, un cabrito con dos cabezas. El universo de Lula Mari, joven pintora y maestra de pintores, se desplegó en toda su intensidad cuando hace unos meses reunió su trabajo de los últimos quince años en una retrospectiva llamada Yo estuvo ahí.

Se trata de un mundo inquietante, misterioso y subyugante que muchos conocieron por las coberturas mediáticas de tapa y el entusiasmo de Mariana Enríquez, pero con el que muchos más toman contacto diario con sus liebres saltarinas, en el mural de 100 metros de la estación Malabia del Subte porteño.

Ahora, la artista abre el año con sus recitales de pintura. Una experiencia conocida por los amantes de las artes visuales desde que empezó en 2010, pasando por distintos espacios y museos de Buenos Aires. En principio,dos sábados de febrero, incluido este próximo, 24, a las 19.30 gratis y por orden de llegada, en el Centro Cultural San Martín, y como parte del Festival de verano del Ministerio de Cultura de la ciudad.

¿Quién dijo que un cuadro va a una pared, si son imágenes? Es la pregunta que se hizo la artista y derivó en la creación de esta experiencia que ahora es audiovisual.

Yo me preguntaba por qué mirar pintura estaba tan asociado a recorrer cuadros en un espacio blanco. Porque mi experiencia como amante de la pintura, además de pintora, es que un cuadro es un viaje que requiere un tiempo, y que entrar en una pintura es una experiencia muy rica en matices. Ni qué hablar hacer un cuadro, que implica ir encontrando cosas todo el tiempo”, le dice la artista a TN en el ensayo previo al inicio de este ciclo.

Y agrega: “Lo que llamé recitales de pintura, porque no se me ocurrió un nombre mejor, propone un aquietamiento del cuerpo: que la gente se siente y empiece a mirar el cuadro con tiempo. Como si fuera más una canción que se despliega que una cosa que se ve en un segundo. Como en un recital, o una obra de teatro, donde hay algo que se va desplegando en el tiempo. Había visto que en las galerías la gente mira máximo 3 segundos una pintura, y para mí una pintura empieza a los 40 segundos. ¿Cómo que ‘empieza’ una pintura? Porque la percepción tiene que hacer un recorrido. Estos recitales tratan de acompañar, o de invitar a que pase eso”.

En la sala a oscuras, con el público sentado en sus butacas, una voz da la bienvenida al recital de pintura y pide apagar los teléfonos celulares. En el centro del escenario, hay un atril. Unas sombras ponen una pintura en el atril, y esa pintura empieza muy de a poco a iluminarse. Así se revela despacio, ante la mirada de espectadores que intentan ir adivinando qué va a pasar.Acompañan ese descubrimiento unos sonidos, música compuesta por Jorge Gutiérrez Jiménez especialmente para cada cuadro.

“Así el cuadro se toma su tiempo para expresarse en su esencia, que es color y presencia. Y que incluye el tiempo como elemento: una pintura no trae su relojito, uno está frente a ella el tiempo que quiera. Pero es una eternidad contenida la que está ahí, porque un cuadro está vinculado al tiempo. Pienso que de esta manera se expresa ese tiempo de la pintura, que se despliega. ¿Cuánto tiempo? Entre cinco y seis minutos por cuadro, y son siete: 42 minutos de reloj”, indica Lula.

Claro, otra diferencia con la visita a cuadros colgados en museos o galerías es que en estos recitales nadie te está mirando. Si te quedás mucho mirando un cuadro, hay una presión de otras personas que quieren que circules, para dejarles lugar. Y la mirada es íntima”, explica. Y analiza: “Este es un adentro. Trata de generar esa experiencia para que lo imaginal que tiene una pintura se pueda despegar de estos dispositivos a los que nosotros nos acostumbramos. Se trata de no darle siempre la misma espacialidad a las pinturas”.

¿Y qué le pasa a la gente, a los espectadores?

—Es bastante intenso como experiencia visual. Porque mucha gente no vio pintura. Creo que, en general, la experiencia pictórica que tenemos no es rica. Acostumbrados a pasar frente a un cuadro durante tres segundos, a lo mejor nunca vieron un cuadro, y piensan que no saben. Escucho mucho eso: me encanta, pero no sé nada. Desde este tiempo que le dedicamos, mucha gente ve un cuadro por primera vez. Hay un encuentro con un lenguaje.

Es una apuesta audiovisual de la pintura, entonces.

—Sí. Estuvimos mucho tiempo preguntándonos qué sonido acompaña a la pintura. ¿Qué música va con la imagen? En principio, ninguna, porque el silencio es parte del lenguaje de la pintura. Entonces, lo que tratamos de hacer fue alguna cosa que se acercara a ese silencio. Pero el silencio total es muy incómodo. Los primeros recitales que hice eran en silencio total y era demasiado exigente. Y siempre nos preguntamos cuál es el sonido justo que entre al cuadro y no te moleste, no te perturbe. Y claro que la experiencia de ver una pintura en soledad, y manejar la cercanía, sigue siendo hermosa; esta es otra experiencia. Una propuesta distinta que a la vez es algo muy sencillo. Me pregunté cómo es que no se hacía esto antes. Luego descubrí que los pintores pre rafaelistas hacían alguna cosa parecida, más performativa, y que algunos pintores generaron cosas similares.

¿Y puede ser un poco pariente de los happenings de los setenta?

—Sí, se nutre de todo lo performático, solo que acá se propone algo más meditativo. Eso era quizá más de acción, pero invita a una linda pregunta, que es cuánto tiempo tiene cada cuadro. Hay cuadros más de impacto. Hay cuadros de un minuto. Estos que yo cuento, que son cuadros narrativos, donde hay historias y figuración, son de cinco minutos. Pero a lo mejor alguien prefiere que su cuadro sea de cinco segundos, una piña a la cabeza.

Fuente: TN

Otra de las obras de Lula Mari. (Foto: Prensa)
Arte. Ir y venir: la muestra de dos artistas premiadas que da comienzo a la temporada 2024 de exposiciones

En la esquina de Arroyo y Esmeralda están pasando cosas. El Espacio de Arte de Fundación OSDE, que ya es un clásico del circuito artístico porteño, tiene novedades para febrero. Se trata de Ir y venir, la primera muestra de 2024 a cargo de las artistas Agustina Girardi y Elisa Strada.

La propuesta reúne una selección de obras que a pesar de sus diversos materiales, formas y lenguajes se amalgaman en un recorrido que deja en evidencia la esencia de ambas artistas. El trabajo curatorial fue un proceso colaborativo en el participaron Agustina y Elisa junto a Micaela Bianco y Nadina Maggi.

La exposición podrá visitarse hasta el 11 de mayo, de lunes a sábados de 12 a 20 h, en el Espacio de Arte de Fundación OSDE ubicado en Arroyo 807.

Es la segunda exposición de un ciclo que busca poner en vínculo dos artistas cuyas obras pertenecen a la Colección de la Fundación OSDE, constituida a lo largo de varios años sobre la base del premio Premio Argentino a las Artes Visuales.

Strada y Girardi, ganadoras del premio mencionado en 2005 y 2006 respectivamente, nunca habían trabajado juntas, pero logran que en Ir y venir sus obras dialoguen sobre temas compartidos, como la recurrencia a los objetos cotidianos tanto del espacio público como del universo familiar, y proponen reflexionar sobre la identidad individual y colectiva.

La muestra reúne trabajos realizados por las artistas en un periodo de 18 años, desde 2005 a la actualidad, sumado a dos instalaciones colectivas realizadas para la ocasión, que dan lugar a una experiencia colaborativa y complementaria, en consonancia con la práctica docente que ambas artistas comparten.

En otros pasajes, espacios personales proponen ir y venir entre formas, colores o palabras que muestran contraposiciones y encuentros entre sus obras. En palabras de Bianco, “Agustina y Elisa abrazan el mundo que las rodea, el más íntimo y el más público.”

Cómo, cuándo y dónde

Ir y venir quedó se inauguró el 15 de febrero y podrá visitarse hasta el 11 de mayo, de lunes a sábados de 12 a 20 h, en el Espacio de Arte de Fundación OSDE ubicado en Arroyo 807, en el barrio porteño de Retiro.

Fuente: Content Lab para la Nación

«ART», un clásico del teatro argentino, llega a Pilar

Con las actuaciones de Pablo Echarri, Fernán Mirás y Martín Slipak el estreno furor en el mundo en 1998 se sube a las tablas del Teatro Gran Pilar.

En el medio de su gira nacional, “ART”, la comedia que rompió taquillas por 1998 con las interpretaciones de Oscar Martínez, Germán Palacios y de Ricardo Darín, estos últimos dos hoy a cargo de la dirección de la obra, llega el 24 de marzo a las 20.30 al “Teatro Gran Pilar” con otro trío de grandes actores como Pablo Echarri, Fernán Mirás y Martín Slipak.

La historia se basa en un hombre que compra una peculiar obra de arte y se reúne con dos de sus amigos más queridos para compartir lo que según él es la adquisición más importante de su vida, a partir de allí la conversación va tocando diferentes aristas, incluyendo viejos rencores y resentimientos. Una obra que habla de la amistad y la puesta a prueba de algunos valores morales poniendo en jaque cuánto conocemos en realidad a nuestros seres queridos. En la historia de esta amistad ninguno volverá a ser el de antes, aunque entre amigos siempre queda lugar para el inevitable perdón y para generar un nuevo comienzo.

Hace 26 años la obra fue protagonizada por tres enormes leyendas de la actuación nacional como Ricardo Darín, Oscar Martínez y Germán Palacios. Presentada en su momento en el ya desaparecido teatro Blanca Podestá, un lugar donde hoy está emplazado el Multiteatro. Esta pieza de la autora Yasmina Reza se transformó no sólo en el espectáculo teatral más visto de aquel tiempo sino, en un show teatral que después de triunfar en la costa atlántica y el interior del país, se presentó en otros lugares del mundo, especialmente Españadonde la pieza consolidó la imagen y reputación de sus tres intérpretes, quienes con la frecuencia laboral pudieron en poco tiempo también abrirse un camino profesional en la madre patria.

La obra fue reestrenada tras 23 años de permanecer fuera de cartelera y en aquel 2020 sus protagonistas fueron Mike Amigorena, Fernán Mirás y Pablo Echarri.

Las entradas se pueden adquirir a través de Plateanet o en la boletería del teatro.

Fuente: Pilar a diario

Ariadna Pastorini: llega un desfile de artistas envueltos
  • La artista convocó a colegas para taparlos con telas y realizar las piezas que expone en la Colección Amalita.
  • El 23 de febrero los transformará frente al público y, una vez cubiertos, saldrán a mostrarse.

¿No la vieron todavía? La muestra Mutaciones en verde está buenísima. Reúne una serie de fotos y videos sobre performances en las que artistas pusieron el cuerpo, literalmente, para que Ariadna Pastorini los cubriera casi por completo y los transformara enimágenes de esculturas en las que es muy difícil reconocerlos.

No sólo se trata de un juego divertido de envoltura de egos.»Esta es una muestra de performances y de esculturas. Pero, ¿dónde están las performances? En parte, las ves en el video que está expuesto y además, en las fotos de las esculturas que resultaron de ellas. ¿Y qué son acá las esculturas? Imágenes planas, colgadas sobre una pared vestida -con un cortinado verde, estilo cortesano-, ofreciendo un solo punto de vista», explicó la propia Pastorini a Revista Ñ en la inauguración de la exposición en la Colección Amalita.

Bueno, ahora, la obra de de Pastorini saldrá de los marcos y recuperará el volumen para desfilar en una de las grandes salas del museo de Puerto Madero.

Será en otra performance, tituladaGen Pastorini, en la que la artista «envolverá» a más colegas -de Cristina Coll a Machi Pérez, entre otros-,delante del público.

«Me pueden ver armando las obras sobre los artistas en una especie de transformación espontánea. Después, las ‘piezas’ van a salir desfilando, al ritmo de una playlist que armé yo misma y harán un recorrido alrededor de la gente. ¿La playlist? Arranca con Mensaje en una botella, de The Police. Será una acción shapeshifters, digo yo», anticipa Pastorini a Clarín Cultura.

Shapeshisfters es un concepto central para acercarse a estas piezas y a la obra de Pastorini. Alude a la capacidad de transformar/se. En la reseña de esta exposición, recordábamos que el término abarca criaturas diversas, desde Zeus asumiendo la forma de un cisne para poseer a Leda en la mitología griega hasta Jekyll y Hydey, en el mundo real, los peces piedra que se mimetizan a tal punto con el entorno que llegan a crecer algas sobre ellos y sus púas con veneno.

Además, Shapeshifters/ Mutacioneses el título del libro con las fotos de las obras de Pastorini y un texto iluminador de la curadora Laura Casanovas, que acompaña la muestra y que sólo se vende en el museo. Fue diseñado por la artista a pulmón e impreso con apoyo de la Colección Amalita.

Pero la clave es, como explica Casanovas en la presentación, que Pastorini explora, que pasaría si, el cambio, sin tregua.“La mutación como principio a partir del cual tiene lugar la creación”, resume. Y agrega: “En estas Mutaciones, el vínculo o ligazón entre cuerpos y telas logra una obra superadora del binomio. Porque, ¿dónde comienza y termina el cuerpo humano que intuimos por debajo, revelándose en algún caso mediante la aparición de una pierna, un brazo o una cabeza? ¿Dónde comienzan y terminan los materiales?”

Qué ves cuándo no ves 

Desde finales de la década de 1980, cuando arrancó, Pastorini (Montevideo, 1965) crea joyas con plástico y mantos sacros de nylon, convierte lo pesado en liviano y hace que los centros pasen al margen o al revés. Trastoca.

Y así la artista expuso ya en Alemania –donde vivió-, Francia, Canadá, Estados Unidos, España Italia, Brasil, además de Argentina, e integra colecciones públicas y privadas locales y del exterior.

El 20 de marzo de 2020, cuando el Gobierno argentino anunció el comienzo de la cuarentena por la pandemia del coronavirus, se le ocurrió Performances de encierro,un proyecto en el que creadores de América, Europa y Asia filmaron breves videos en sus casas y los compartieron en las redes sociales.

La presentación de Performances de encierro fue motivo de otra acción, Inolvidable, que se realizó el 21 de septiembre de 2022 por el Microcentro porteño. Un desfile de unos 30 creadores, que partió de ArtHaus –nueva usina de las artes– y recorrió la solemne y golpeada city.

¿Pero qué quiso esconder y qué quiso desnudar Pastorini al convocar a otros artistas esta vez? 

«Apunté a los egos. Yo tengo el mío, por supuesto. Pero trabajo en redes. Hacer con otros me divierte y me enriquece. Convoqué artistas, algunos son amigos y otros no, y dejaron que los tapara, que los envolviera, que mostrara a veces un pie o una mano o el pelo, y hasta que los atara. Se sometieron a mis decisiones durante el juego«, agregó.

Decíamos que, al principio, la obra de Pastorini, que va del arte textil -recibió el Konex al Mérito por esta disciplina- a la performance y la escultura, está basada en el placer. Pero va más allá, incluso del otro lado. Porque cuando uno se acerca, aparecen cadenas y mordazas. La silueta de un mendigo. El hueco de una ausencia.

Pastorini experimenta con los cuerpos en vivo. Sigue confiando en las performances. “En el medio artístico quedaron ‘cristalizadas’ pero las reivindico: creo con otros y me divierto”, suele explicar. Además, su obra apunta a reescribir el destino de las telas -su mamá cosía y su papá fabricaba zapatos- y torcer el la escultura tras la era de los monumentos.

Así que con sus maravillas de paños baratos, ofrece formas nuevas de lidiar con lo pasajero y las ilusiones de eternidad.

Ficha: Gen Pastorini se presenta el viernes 23 de febrero a las 18.30 horas en la Colección Amalita, en Olga Cossettini 141, Puerto Madero. La exposición Mutaciones en verde se exhibe de Jueves a domingos de 12 a 20, hasta el 14 de marzo. Entrada general: $ 2.000.

Fuente: Clarín Cultura

Una mega exposición sobre los pechos representados en el arte

Curada por la italiana Carolina Pasti, la exhibición muestra la diversidad de obras de más de treinta artistas emergentes y consagrados de todo el mundo, que abarcan los soportes de la pintura, la escultura, la fotografía y el cine, en un arco temporal que va desde el año 1500 hasta la actualidad.

Como parte de los eventos colaterales que se realizan en coincidencia con la 60° Bienal de Venecia 2024, se presentará la exposición colectiva «Breasts», que celebra la iconografía y el simbolismo de los pechos a lo largo de la historia, a través de artistas como Marcel Duchamp o Louise Bourgeois, y que inaugura el 18 de abril en el Palacio Franchetti.

Curada por la italiana Carolina Pasti, la exhibición muestra la diversidad de obras de más de treinta artistas emergentes y consagrados de todo el mundo, que abarcan los soportes de la pintura, la escultura, la fotografía y el cine, en un arco temporal que va desde el año 1500 hasta la actualidad.

Estas obras exploran cómo se han entendido y representado los pechos en el arte a través de diversas culturas y tradiciones, para reflexionar sobre la maternidad, el empoderamiento, la sexualidad, la imagen corporal y la enfermedad.

«La presentación investiga cómo los pechos actúan como catalizador para debatir realidades sociopolíticas, desafiar tradiciones históricas y expresar identidades personales y colectivas. La misión es sensibilizar a un público más amplio sobre el cáncer de mama a través del arte», dijeron los organizadores en un comunicado.

La muestra «Breasts» invitará a u recorrido a través de cinco salas distintas donde ver, por ejemplo cómo la renacentista Madonna del Latte influyó luego en los retratos de Cindy Sherman, o donde apreciar una obra de Marcel Duchamp, «Prière de toucher» (Por favor, toque), que presenta un pecho de gomaespuma pegado a la cubierta del libro «Le Surréalisme en 1947».

Centrada en la fotografía, otra de las salas alberga el trabajo surrealista de Robert Mapplethorpe e Irving Penn, que explora representaciones no convencionales del cuerpo, al emplear elementos oníricos, simbólicos o abstractos para evocar emociones subconscientes.

La muestra aborda también cómo se han empleado los pechos como recurso comercial en el marketing y la publicidad, como táctica habitual para promocionar productos.

En otro tramo del recorrido, artistas como Chloe Wise, Sarah Lucas, Louise Bourgeois y Aurora Pellizzi contribuyen a una conversación sobre la identidad, la cultura de consumo y la evolución de la representación de los pechos en el arte.

La muestra se verá desde el próximo 18 de abril hasta el 24 de noviembre en ACP Palazzo Franchetti, en Venecia, como uno de los muchísimos eventos colaterales que buscan llamar la atención del público durante la 60 Bienal de Venecia, que este año se celebra bajo el lema «Extranjeros por todas partes».

Fuente: Telam


La exposición será parte de los eventos colaterales que se realizan en coincidencia con la 60° Bienal de Venecia 2024 / Foto: Prensa