El libro argentino de 1934 que casi se vende más que la Biblia

Este libro argentino de 1934 no solo casi se vendió más que la Biblia, sino que también se arraigó en el corazón de los argentinos, convirtiéndose en un tesoro cultural que perdura a lo largo del tiempo.

En el vasto universo literario, algunos libros trascienden su función inicial y se convierten en verdaderos fenómenos culturales. En Argentina, uno de esos fenómenos es «El Libro de Doña Petrona». Publicado por primera vez en 1934, este icónico compendio gastronómico se ganó un lugar destacado en los hogares argentinos y más allá, llegando a alcanzar cifras de ventas impresionantes. En este artículo, te contamos la historia y el impacto de este libro que casi superó a la Biblia en términos de popularidad.

El legado de Doña Petrona

Desde su debut en 1934, «El Libro de Doña Petrona» se convirtió en un clásico que trascendió las fronteras de la gastronomía para convertirse en un documento histórico y antropológico. La mente maestra detrás de esta obra culinaria fue Petrona C. de Gandulfo, una de las primeras emprendedoras argentinas. Su arduo trabajo y talento quedaron plasmados en este compendio que contenía más de 1.000 recetas.

El impacto de Doña Petrona en la cocina argentina fue tan significativo que, incluso hoy, más de cinco generaciones de aficionados y profesionales de la cocina deben parte de su éxito a las enseñanzas de esta pionera culinaria. La edición definitiva, revisada, ordenada y corregida, no solo preserva las recetas originales sino que también agrega material adicional, incluyendo imágenes inéditas obtenidas del archivo familiar de Doña Petrona.

El éxito inigualable de «El Libro de Doña Petrona»

Lo que comenzó como un modesto libro de cocina se transformó en un éxito editorial sin precedentes. Con traducciones a ocho idiomas, «El Libro de Doña Petrona» ha vendido más de 3.000.000 de ejemplares en todo el mundo. Estos números impresionantes colocan a la obra en la élite de los libros más vendidos, llegando a competir directamente con títulos de renombre mundial.

El secreto detrás de este éxito radica en la accesibilidad y la autenticidad de las recetas de Doña Petrona. Su enfoque práctico y su habilidad para transmitir la esencia de la cocina argentina conquistaron los corazones de los lectores, convirtiéndola en una figura venerada en el ámbito culinario.

3 curiosidades sobre «El Libro de Doña Petrona»

1. Impacto Cultural: La influencia de «El Libro de Doña Petrona» va más allá de la cocina. La obra se ha convertido en un ícono cultural, inspirando programas de televisión, homenajes y eventos gastronómicos en Argentina.

2. El casi récord de ventas: Se cuenta que en su apogeo, «El Libro de Doña Petrona» estuvo a punto de superar las cifras de ventas de la Biblia en territorio argentino. Este dato revela la magnitud del impacto y la popularidad que alcanzó la obra de esta influyente autora.

3. Doña Petrona, una visionaria: A pesar de haber sido publicado hace décadas, muchas de las recetas de Doña Petrona siguen siendo populares y vigentes en la cocina argentina actual. Su visión culinaria visionaria ha trascendido el tiempo, convirtiéndola en una figura venerada y eterna.

Fuente: Destape Web

«El Libro de Doña Petrona» no solo es un compendio de recetas, sino un testimonio perdurable del impacto que un trabajo apasionado puede tener en la cultura de un país
4 poemas de autores decapitados

La editorial Averso publica Los poetas decapitados, una antología que recoge el trabajo de aquellos jóvenes poetas de principios del siglo XX —Ernesto Noboa, Medardo Silva, Arturo Borja y Humberto Fierro— que quisieron convertir la lírica ecuatoriana en un acontecimiento modernista. El grupo recibió el nombre de Generación Decapitada debido a la temprana muerte de todos sus integrantes.

En Zenda reproducimos cuatro poemas de Los poetas decapitados (Averso).

Estancias

Se han unido la hora, el piano y tu cuerpo
para hacerme morir de nostalgias fragantes.

Juan Ramón Jiménez

II

¡Qué rosas de armonía deshojas a la tarde,
cuando sobre las teclas -lirios blancos y negros
insinúan tus manos, en un lírico alarde,
las finas carcajadas de los locos allegros!

La agonía del sol pone de oro la estancia…
los verdinegros árboles son vagamente rojos…
y, desde el corazón —búcaro de fragancia—
¡sube un dulzor de lágrimas que hace nublar los ojos!

IV

Se abren tus dos pupilas como dos precipicios
por los que ruedan almas al sueño y a la nada,
(Mujer, dame a probar tus dulces maleficios;
¡húndeme el luminoso puñal de tu mirada!…)

Surgen tus manos breves, lánguidas y perdidas,
como lirios carnales, de las batistas claras…
(Yo pienso que gustoso te daría mil vidas,
para que con tus manos finas me las quitaras!)

X

Inmóvil duerme el agua del estanque aceituna
bajo las melodiosas cúpulas florecidas,
y, como Ofelia en Hamlet, va el cuerpo de la luna,
inerte, sobre el lecho de las ondas dormidas…

Las dos… soñando en Ella, por la avenida voy…
mis brazos la presienten y mi labio la nombra…
¡Inútil idealismo! ¡si únicamente soy
una sombra que busca las huellas de otras sombras!

XXIV

Rosas blancas deshojan los blancos surtidores;
al caer, el ocaso los pétalos irisa
y la fuente del Término coronado de flores
modula un canto igual a una nerviosa risa…

Yo, como un habitante pálido de otra vida
—Lázaro espiritual— marcho con lento paso…
¡y las fuentes parecen en la tarde dormida
mujeres cuyas voces son de seda y de raso! 

De MEDARDO ÁNGEL SILVA

***

En el blanco cementerio

Para Carmen Rosa

En el blanco cementerio
fue la cita. Tú viniste
toda dulzura y misterio,
delicadamente triste…

Tu voz fina y temblorosa
se deshojó en el ambiente
como si fuera una rosa
que se muere lentamente…

Íbamos por la avenida
llena de cruces y flores
como sombras de ultravida
que renuevan sus amores.

Tus labios revoloteaban
como una mariposa,
y sus llamas inquietaban
mi delectación morosa.

Yo estaba loco, tú loca,
y sangraron de pasión
mi corazón y tu boca
roja, como un corazón.

La tarde iba ya cayendo;
tuviste miedo y llorando
yo te dije: —Estoy muriendo
porque tú me estás matando.

En el blanco cementerio
fue la cita. Tú te fuiste
dejándome en el misterio
como nadie, solo y triste.

De ARTURO BORJA

***

Morfina

¡Morfina,
divina!

De las almas tristes celeste beleño,
fuente inagotable para todo ensueño,
eficaz alivio de todo sufrir.

Bálsamo piadoso para toda herida,
de los soñadores dulce prometida
que nos indemnizas del mal de vivir.

Tú sabes secretos de faquires magos,
para las dolencias, para los estragos,
para los embates de toda aflicción.

Al contacto leve de tus manos buenas
se cura la angustia, se mata las penas,
y nos nacen alas en el corazón.

Muchos compadecen a los que te amamos,
los pobres no saben por qué te buscamos
y por qué es tu culto nuestro único amor.

Culto bondadoso de los que soñamos,
de los que sufrimos, de los que lloramos,
de los predilectos hijos del Dolor.

De los que llevamos el secreto anhelo
de batir las alas y emprender el vuelo,
lejos de este mundo, lejos de este suelo,
donde tiene un trono la vulgaridad.

Y para la inútil vida cotidiana,
tú tienes consuelos como una hermana,
como una Hermana de la Caridad.

¿Tú fuiste, acaso, el fruto prohibido
que entre los follajes se hallaba escondido
del árbol del Bien y del Mal?

¿Por qué Dios al hombre desdichado le hizo?
Pero ya tenemos otro paraíso,
¡aunque éste sea artificial!

Tú idealizas todas las cosas grotescas
y por ti vivimos en aladisnescas
ciudades de oro, nácar y marfil.

Del joyel del sueño nos abres los broches
y es la vida un cuento de Mil y Una Noches,
y es la vida un sueño de un cuento de abril.

¡Morfina,
divina!

Dame tus caricias para resistir
el amargo acíbar de nuestra existencia,
dame tu veneno, dame tu inconciencia,
porque ya sin ellos no puedo vivir.

De ERNESTO NOBOA Y CAAMAÑO

***

La tarde muerta

Se moría la tarde rosa
de una primavera lejana,
desmayándose temblorosa
en los vidrios de mi ventana.

Por mi alcoba cerrada al huerto
y a la carretera tan larga,
pasaba el minuto desierto
con una lentitud amarga.

Ya del sol no quedaba ni una
mancha de oro en el infinito.
Yo no he visto cosa ninguna
más triste que ese azul marchito.

¡Tanto tiempo! Dije, hace tanto
que declinó esta tarde mustia
con un helado desencanto
y aromada de vieja angustia.

Delante de los callejones
bordados de ramas gentiles,
al rimar mis desolaciones
bajo mis canas infantiles.

…Oh, la sentimental pobreza
de los que ni una flor cortamos,
porque fue hostil la maleza
para la prisa que llevamos.

De los romeros taciturnos
que fuimos desdeñando todo,
llenos de los cielos nocturnos
que mientes astros en el lodo.
¡Caminos tiene el alma!…

¿Fuimos quizás en busca de un remedio…?
siempre asolados nos rendimos
ante las llanuras del tedio…

Y después de soñar ilusos
que el término no estaba lejos,
nos despertamos muy confusos
porque nos encontramos viejos.

Ah, quién mirara la dulzura.

De HUMBERTO FIERRO

Fuente: Zenda Libros

Mar del Plata y sus pintores: Juan Carlos Castagnino y Léonie Matthis

A 150 años que el gobernador de la Provincia de Buenos Aires firma del decreto solicitado largamente por don Patricio Peralta Ramos para que reconociera, a Mar del Plata, un asentamiento poblacional.

Costa Galana la había llamado Juan de Garay cuando la recorrió en 1581, y de hecho lo es. Así la vieron los muchos artistas que a lo largo de este siglo y medio la pintaron. A los precursores ya nos referimos en la nota anterior. Hoy seguimos con la saga en adhesión a una celebración harto merecida. Pero antes, una evocación a un nombre que fue clave para que hoy contemos con una buena cantidad de artistas a los que referirnos.

Don Patricio Peralta Ramos supo desde los inicios que más allá del saladero, del puerto y de la pesca, el futuro de Mar del Plata estaba en el turismo. En una sociedad próspera, con una clase dirigente lúcida el sueño rápidamente se cumplió. Se instalaron los hoteles, los clubes, los balnearios. Llegó el ferrocarril y los grandes chalets.

La Rambla de la Playa Bristol se planeó en 1911. Fue la cuarta, mucho más importante que las anteriores. Bajo la dirección de Carlos Agote un par de años después estuvo terminada. Incluía locales comerciales muy exclusivos. Entre ellos el de Casa Witcomb.

Alexander Witcomb nació en Inglaterra en 1838. Realizó estudios en Paris, vivió en Río de Janeiro y en Montevideo donde se dedica la fotografía. Luego instala en Córdoba el primer estudio fotográfico y en 1878 ya en Buenos Aires se convierte en el principal fotógrafo del país. Cuando falleció, en 1905, la firma quedó en manos de Alejandro Witcomb hijo (1879-1945) y Rosendo Martínez, quien entró como aprendiz en 1887 y fue ascendiendo hasta operador principal. Ampliaron las actividades organizando exposiciones de arte, primero europeo y luego de artistas nacionales.

En la temporada 1915-1916 inauguran su sala en Mar del Plata, en el local 105 de la rambla Bristol. Como decíamos, fue una presencia clave para el desarrollo artístico de la ciudad. Ya lo vimos en la nota anterior. A las exitosas muestras venían los artistas, como lo hizo Quinquela, que pintó maravillosas playas. En Witcomb de la Rambla expuso Florencio Molina Campos, donde conoció a Elvirita, la mujer que lo acompañó toda su vida.

Los dos artistas de hoy también están vinculados a aquella galería

Juan Carlos Castagnino

Nació en el seno de una familia humilde, en un pequeño hotel de la actual avenida Luro de Mar del Plata. Fue el 18 de noviembre de 1908. Su padre era herrero en la zona rural de Camet donde vivían. Hizo el bachillerato en solo tres años, rindiendo las materias finales como alumno libre. En el verano de 1922, con tan solo 14 años empezó a trabajar de cadete en la Casa Witcomb de la Rambla.

Allí, a lo largo de sucesivas temporadas se fue adentrando en el mundo del arte que lo atrapó para siempre. Cursó luego estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes, Ernesto de la Cárcova, más tarde concurrió a los talleres de Lino Eneas Spilimbergo, -quien considerará siempre su maestro- y de Ramón Gómez Cornet.

Junto a Antonio Berni, Spilimbergo y el mexicano Siqueiros realiza los murales en la Quinta de Natalio Botana en Don Torcuato, ahora instalados frente a la Casa Rosada. En 1939 viaja a París, ciudad donde asiste al taller de André Lotthe y recorre Europa. Conoce a Braque, Léger y Picasso.

Regresa a la Argentina en 1941, se casa con Nina Haeberle y recibe el título de Arquitecto de la Universidad de Buenos Aires. En 1961 recibió el Gran Premio de Honor Salón Nacional. También fue nombrado miembro de número de laAcademia Nacional de Bellas Artes.

Ilustró el poema gauchesco de José Hernández en una famosa edición de Eudeba delineando la fisonomía del Martin Fierro para millones de argentinos. Recuerdo de su adolescencia rural en las adyacencias de Mar del Plata dejó gran cantidad de óleos, acrílicos y tintas de caballos, algunas ambientadas en las playas acantiladas de la zona de Camet. Por su parte, la ciudad lo consagró su maestro y le dedicó un museo en una magnífica casona de los años gloriosos de la belle epoque (la Villa Ortiz Basualdo) sobre la avenida Colón, en la loma de Stella Maris.

Léonie Matthis

Ya nos hemos ocupado de esta encantadora francesa. Cabe entonces acá solamente recordar su amplia vinculación con Mar del Plata, ciudad que conoció tempranamente gracias a Witcomb.

A poco de llegar a la Argentina, la artista expuso en la sala de Buenos Aires de aquella galería, que ,como dijimos, en sus inicios presentaba artistas europeos. Cuando se inaugura el local de la Rambla, Léonie presenta una de las primeras muestras que se repitieron durante varias temporadas.

A partir de entonces En los veranos la familia viajaba a Mar del Plata para pasar sus vacaciones, testimonio de esos viajes, las hermosas vistas de esa ciudad pintadas por Léonie: La vieja Rambla.

El cabo Corrientes, las casonas de la loma, todas obras de gran encanto que hoy son testimonios iconográficos de una Mar del Plata que hoy celebra su cumpleaños.

* Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

Por CARLOS MARÍA PINASCO

Fuente: MDZ

Léonie Matthis, “La vieja Rambla”. Foto: Gentileza
Buenos Aires se prepara para el “Año Cortázar” con una serie de eventos en homenaje al icónico escritor
La iniciativa cultural, extendida hasta 2025, promete inmersiones en el universo cortazariano a través de diversas disciplinas

En un homenaje al icónico escritor Julio Cortázar, la Ciudad de Buenos Aires se prepara para conmemorar el 40° aniversario de su fallecimiento con el inicio del denominado “Año Cortázar”. Este ciclo de eventos, que arrancará el próximo 12 de febrero y se extenderá hasta el mismo día del 2025, promete sumergir a residentes y visitantes en la vida y obra del autor a través de una diversidad de actividades que incluyen cine, jazz y literatura.

La programación, llevada a cabo por el Ministerio de Cultura porteño, no solo busca recordar a Cortázar sino también acercar su universo creativo al público general. Entre las primeras actividades destaca una combinación de música y lectura que se realizará el mismo día de inicio, donde el escritor Diego Paszkowski leerá fragmentos de la obra Rayuela, acompañado de interpretaciones jazzísticas de Frank Churchill, Charlie Parker, Bronislau Kaper y Sonny Rollins, entre otros. Este evento gratuito tendrá lugar en la Biblioteca Julio Cortázar Casa de la Lectura y la Escritura, ubicada en Lavalleja 924.

Además, desde el 15 hasta el 18 de febrero, el Centro Cultural Recoleta ofrecerá un ciclo de cine gratuito que explorará la vida e inspiraciones de Cortázar bajo el título “Cortázar, imágenes de muchos mundos”. Este incluirá películas basadas en su obra y aquellas que lo influenciaron, ampliando así el espectro de actividades para disfrutar. Las películas que se proyectarán serán: el jueves 15 Esto lo estoy tocando mañana de Karina Wroblewski y Silvia Vegierski; viernes 16 La cifra impar de Manuel Antín; sábado 17 Circe de Manuel Antín y el domingo 18 habrá una película sorpresa.

El teatro también tendrá su espacio en este homenaje con un encuentro literario en el Teatro San Martín (Avenida Corrientes 1530), programado para el 23 de febrero a las 18 horas, donde se llevará a cabo una lectura de fragmentos de “Historias de cronopios y de famas”. Este evento subraya el compromiso de la ciudad en difundir la riqueza de la narrativa cortazariana.

La agenda del “Año Cortázar” no termina aquí. Se prevé que las bibliotecas y espacios culturales de Buenos Aires se llenen de actividades como lecturas y muestras dedicadas al autor, además de la digitalización de las primeras ediciones de sus libros. Se organizarán también recorridas abiertas para todo el público por los lugares más significativos para Cortázar dentro de la urbe, desde el Casco Histórico, la Galería Güemes hasta su barrio de Agronomía.

Finalmente, el Festival de Jazz de Buenos Aires de este año incluirá una jornada especial dedicada a Cortázar, demostrando el profundo vínculo entre su obra y este género musical. Esto refuerza la intención de abarcar todas las facetas de la pasión del escritor a través de un amplio espectro de expresiones artísticas.

Estas iniciativas reflejan no solo el reconocimiento de Cortázar como una de las figuras literarias más trascendentales de Argentina, sino también el desejo de mantener viva su obra e influencia para las generaciones presentes y futuras. Con una programación tan variada y enriquecedora, Buenos Aires reafirma su identidad cultural abrazando y celebrando el legado de uno de sus hijos más prolíficos. Todas las actividades se realizan con entrada gratuita y pueden consultarse detalles en la página web del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.

Por Fausto Bertoldi

Fuente: Infobae

Cortazar en la calle San Martín, en 1983, retratado por Dani Yako
‘El lobo estepario’, una novela hermética sobre la naturaleza doble del hombre

Hermann Hesse firma una de las historias más complejas de la literatura europea del siglo XX

Hermann Hesse nació en 1877 en Calw, Alemania y murió en 1962 en Suiza. La desesperanza y la desilusión que le produjeron la guerra y una serie de desgracias personales, así como su búsqueda de una espiritualidad universal que diera respuestas a la existencia humana, se convirtieron en el tema principal de su obra. Anticipó en muchos aspectos las vanguardias europeas. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1946. Es el autor de ‘Bajo las ruedas’, ‘Siddharta’, ‘Demian’ o ‘Narciso y Goldmundo’.

‘El lobo estepario’ se publicó en 1927. Trata sobre sobre la naturaleza doble del héroe, sobre las contradicciones y la sociedad burguesa del momento. Es una historia de soledad, con gran contenido introspectivo, una novela compleja, inquietante, incómoda e hipnótica, difícil de olvidar.

Una novela hermética e introspectiva

‘El lobo estepario’ se basa en parte en la biografía de Hermann Hesse, que luchó contra la depresión durante toda su vida. Fue escrito en una época de aislamiento y soledad, durante una etapa de crisis, cuando el autor tenía alrededor de 50 años. Es una novela hermética, en la que se adentra en lo más profundo de la personalidad del protagonista. Como señala Leah Padalino, presenta las principales características de la sátira menipea, un género que ataca actitudes mentales y donde los personajes suelen ser hombres intelectuales ridiculizados, algo que vemos en la obra de Hesse, especialmente, en la parte final de la misma.

Alba Juan Segura señala que Hesse va relacionando distintos elementos con el «yo» animal o humano, a veces acercándose más a uno u otro. Uno de los recursos que utiliza es el arte, y concretamente las largas descripciones de lo que siente Harry por la música, en especial de Mozart. El arte es uno de los mecanismos que tenemos los humanos para seguir siendo humanos, porque no es útil, no tiene una función por sí misma, y esta es la conexión que establece el autor. Todo en el libro gira alrededor de la formación de un personaje.

Según Isabel Macías Galeas, algunas de las preguntas que nos plantea ‘El lobo estepario’ son: ¿Cómo puede el mundo tal como lo conocemos, con toda su injusticia, corrupción y malicia, reconciliarse con esa visión superior del mundo? ¿Por qué esforzarnos en trascendernos constantemente si todo termina en la tumba? Dentro del contexto de esta novela, la metáfora lobo/humano representa el Inconsciente. Hesse sugiere que este Inconsciente ha sido negado, suprimido, reprimido y explicado pero que los seres humanos no son las criaturas bidimensionales que durante siglos se han considerado a sí mismos, sino seres que contienen en sí mismos una misteriosa vida interior, un nivel inconsciente de existencia que debe ser reconocido, enfrentado y aceptado. La aceptación de este otro yo, la propia sombra, supone un avance revolucionario en la autocomprensión.

En la novela, a través de la metáfora de la existencia lobuna de Haller, Hesse está diagnosticando el alma del hombre moderno, la desilusión y la dislocación interior del siglo XX, la era en la que las creencias y valores tradicionales que habían sostenido y alimentado la civilización occidental durante dos milenios y medio se habían revelado a muchos como vacíos y en bancarrota.

Por: Redacción Cadena Ser

Dictan clases abiertas de danzas tradicionales en plazas de Lomas de Zamora

A LA GORRA.  El Ballet Kakuy enseña a principiantes y avanzados dos veces por semana en la Plaza Libertad y en la Plaza Grigera.

Una propuesta diferente pone a disposición el Ballet Kakuy de Lomaspara todos los vecinos amantes del baile: dos veces por semana llevan a cabo clases abiertas en espacios públicos para aquellos interesados en aprender cualquiera de las danzas tradicionales argentinas.

Micaela Villalba, directora del ballet, explicó que las clases son abiertas y a la gorra para vecinos mayores de 18 años, las cuales se desarrollan los miércoles, en la Plaza Libertad (sobre la calle Tucumán), y los viernes, en la Plaza Grigera (frente a la Municipalidad). En ambas ocasiones se realizan de 19 a 21.

«La idea de no ponerle precio a la clase y sí dejarla a la gorra es para que cada uno pueda colaborar con lo que considere. Y el que no tiene dinero igual puede bailar», dijo Micaela, que aclaró que las clases son ideales tanto para principiantes que quieran aprender como los que ya tienen un conocimiento previo.

La idea de no ponerle precio a la clase y sí dejarla a la gorra es para que cada uno pueda colaborar con lo que considere. Y el que no tiene dinero igual puede bailar.

«Esta iniciativa nació hace cuatro años, cuando yo me encontraba con el ballet ensayando. Unos vecinos se acercaron y me propusieron la idea de que les dé clases para mantenerse activos: así se armó el primer grupo«, rememoró, muy orgullosa de poder mantener en el tiempo la actividad.

Cabe mencionar que en septiembre de 2024 el ballet tendrá que participar de la competencia folklórica nacional e internacional «Entrerriano Tagüé»: allí deberá defender la copa que ganaron el año pasado en ese mismo evento gracias a haber sido nombrados como la mejor delegación.

Esta iniciativa nació hace cuatro años, cuando yo me encontraba con el ballet ensayando. Unos vecinos se acercaron y me propusieron la idea de que les dé clases para mantenerse activos: así se armó el primer grupo.

Los entrenamientos del Ballet Kakuy se retomarán en marzo y se harán en el Centro Gaucho La Querencia (en Frías 550, sede que usan para los ensayos). Los vecinos interesados en sumarse a la familia del ballet, que actualmente cuenta con 55 miembros, pueden contactarse con Micaela al 1130600482 (WhatsApp) o bien enviar un mensaje directo al Instagram del grupo de baile.

Fuente: La Union

Citas de lecturas: opciones a la hora de entregarse a la lectura

Una serie audiovisual con entrevistas a escritores, referentes de la cultura y amantes de los libros en general. Un espacio para hablar sin solemnidades y despertar las ganas de leer.

No se trata de recomendar libros sino de hablar sobre la aventura de sumergirse en ellos, sobre la experiencia de leer: la lectura, un acto solitario, cuando se comparte con otros se resignifica y enriquece.

La primera entrevistada de la serie es Sofía de la Vega, profesora de Letras, becaria doctoral del Conicet, dos libros de poesía; es una de las organizadoras del Festival Internacional de Literatura Tucumán (FILT).

La encargada de trazar la ruta de las entrevistas es Natalia Viola, periodista y creadora de la librería Libro de Oro. La serie, en su formato audiovisual, puede verse en la web de LA GACETA.

Sofía eligió una de las una citas más potentes de la literatura, de Macbeth, de William Shakespeare:

“La vida no es más que una sombra en marcha; una mal actor que se pavonea y se agita una hora en el escenario y después no vuelve a ser oído: es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que nada significa”.

El retorno a los libros

“Para escribir hay que escuchar”, sostiene Sofía mientras recorre la librería contestando una a una las preguntas del cuestionario.

Cada uno de los entrevistados nos contará acerca de los libros que quedaron grabados en su memoria y en el corazón.

¿Cómo ordenan sus bibliotecas? ¿Qué frases se les han quedado grabadas? ¿Prestan libros? ¿Qué le responderían a alguien que dice “no tengo tiempo de sentarme con un libro”?

Desde este espacio invitamos a nuestros lectores a reconectarse con el placentero hábito de leer, quizás despertar el deseo y encontrar un momento para agarrar ese libro pendiente que descansa en la mesa de luz.

Las Lecturas sugeridas por Sofía de la vega

¿Cuáles serían los primeros libros que recomendarías?

Recomendaría De aquí para allá, de Hebe Uhart, es una autora que ayuda a comprender la contemporaneidad; después Pequeñas bestias de Brandon Taylor, un libro de cuentos cargados de sensibilidad y que tocan temas queers sin ser muy obvios; Lolita de Vladimir Nabokov, si quieren escuchar una buena voz escrita, este autor es escencial y por último, Trilogía involuntaria de Mario Levrero, es uno de los primeros libros que escribió y es mucho más “kafkiano”, con historias medio locas.

¿Nombrame tres libros que sí o sí hay que leer en la vida?

Pedro Páramo de Juan Rulfo (se encuentran varias ediciones), algún libro del siglo XIX en Argentina porque permiten entender el presente, por ejemplo el Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento y algún libro de Jerome David Salinger.

¿Qué libro sugerirías a un adolescente?

Es difícil esa pregunta porque depende mucho del adolescente, pero creo que recomendaría Cómo provocar un incendio y por qué, de Jesse Ball; quizás el adolescente se vuelve medio anarco pero está buenísimo ese libro.

¿Un libro para amar a los libros?

Para mí un libro para amar a los libros y la vida, es el El barón rampante, de Ítalo Calvinos la historia de Cosimo, un niño que un día decide irse a vivir a los árboles, una historia de determinación y sueños.

Fuente: La Gaceta

Murió Günter Brus, el artista que le puso el cuerpo al dolor
El último representante del Accionismo Vienés falleció a los 85 años. Fue uno de los creadores del ‘body art’ y por sus performances, que desafiaron las leyes y la resistencia al dolor, debió abandonar su país para evitar la prisión

Por Fausto Bertoldi

El “enfant terrible” del arte contemporáneo Günter Brus, último representante del Accionismo Vienés, falleció a los 85 años, informó el domingo el museo de la capital austriaca dedicado a este movimiento radical y provocador de después de la guerra.

“Murió el sábado”, indicó a la AFP una portavoz del museo, que abrirá sus puertas en marzo, confirmando una información de la agencia de noticias APA.

Brus, nacido el 27 de septiembre de 1938, era el único de los cuatro principales artistas del Accionismo que estaba vivo. Residía en Graz, en el este de Austria, donde hay un museo centrado en su obra.

“Günter Brus es seguramente uno de los pocos (artistas austriacos) con tanta relevancia internacional. Es imposible imaginar la historia del arte sin él”, aseguró en septiembre su director, Roman Grabner, con motivo de una retrospectiva por los 85 años del artista.

Con Otto Mühl, Hermann Nitsch y Rudolf Schwarzkogler, fundó en los años 1960 “el ‘Body Art’, como se llamó luego”, explicó Grabner. “También cruzó una etapa más radical, al renunciar a todos los materiales de pintura y trabajar sólo con su propio cuerpo”, agregó.

En 1966 estuvo con Gustav Metzger, Otto Muehl, Wolf Vostell, Yoko Ono y otros participantes del Simposio sobre la destrucción en el arte (DIAS) en Londres. También fue editor de la publicación Schastrommel a partir de 1969, y participó en el movimiento NO!Art.

En una de sus acciones más recordadas, cruzó Viena totalmente recubierto de pintura blanca y partido en dos por una línea negra. En otra ocasión, también orinó, defecó y se masturbó en público mientras cantaba el himno nacional.

Fue condenado a seis meses de cárcel por “afrenta a los símbolos del Estado”. Para escapar de esta pena, huyó con su mujer Anna y su hija, y se refugió en 1969 en Berlín donde residió por una década. 

Brus realizó su última “performance” en 1970 en Múnich, en la que se desgarró la piel con una hoja de afeitar: Zerreissprobe (Prueba de desgarro), que incluía automutilaciones.

Sus acciones consistían en exploraciones radicales de la propia corporeidad, en las que tanto su capacidad de intérprete como la capacidad de percepción de los espectadores eran sometidas a pruebas extremas. Por ejemplo, esta radicalidad era poco aceptaba en aquel tiempo. 

En sus últimos años se dedicó al dibujo y la pintura, y también desarrolló una obra literaria controvertida. Su obra se ha presentado en numerosas exposiciones internacionales, como la Documenta V y VII de Kassel y las bienales de Venecia y Sidney. 

Con información de AFP

Fuente: Infobae

De la performance «Autopintura», de 1965 (Sotheby’s)
Gertrude Stein, la “influencer” de Picasso y Hemingway que experimentaba con el lenguaje

Referente cultural de su época, la escritora norteamericana nació hace 150 años, el 3 de febrero de 1874; coleccionista de arte, fue figura de la literatura modernista

La escritora norteamericana Gertrude Stein (1874-1946), pionera de la literatura modernista y referente cultural de su época, fue también coleccionista de arte. Era una mujer de paso pesado y decidido; robusta y sólida; con una presencia que llamaba la atención y una voz de autoridad resonante y expresiva. Vital y curiosa, tenía algo de maestra autocrática de escuela y una personalidad que dominaba su colección. Así la describe el historiador de arte estadounidense, James Lord, en un perfil sobre ella en el libro Seis mujeres excepcionales (1994, Farrar Strauss Giroux) donde cuenta cuando la conoció en 1945. Hoy, a 150 años de su nacimiento, el mundo de la cultura la recuerda.

Sería interesante leer o escuchar opiniones de escritores o artistas de otros tiempos sobre los que corren; pero el presente siempre es árbitro, excepto en la ficción. “Todos tememos a la muerte y buscamos nuestro sitio en el universo. La tarea del artista no es sucumbir a la desesperación, sino buscar un antídoto para el vacío de la existencia”, le dice Stein a Gil Pender (interpretado por Owen Wilson) en la película Medianoche en París (2011), cuando aquel joven escritor norteamericano, frustrado por no avanzar en su carrera literaria y en medio de un viaje a la capital francesa, encuentra el pasadizo secreto al pasado y logra que la autora lea el manuscrito de su novela y le devuelva ese mensaje.

La película de Woody Allen recrea con un tono mágico y nostálgico la escena cultural de la década del veinte. Y aparece el departamento de Stein en la calle 27 rue des Fleurus en el barrio Montparnasse, cerca de los jardines de Luxemburgo, donde vivió desde que llegó a París en 1903, al principio con su hermano Leo y luego con su pareja, Alice B. Toklas. En 1938, ambas se mudaron a la calle 5 rue Christine. Aquel primer hogar se convertiría en lugar de encuentro de artistas y escritores de la época y en espacio de exhibición de la colección de los Stein, pronto integrada con obra de artistas como Matisse, Cézanne, Renoir, Bonnard, Delacroix, Picasso y Gris, entre otros. Como bien retrata Allen, Gertrude solía leer los escritos de sus contemporáneos y darles su opinión.

A James Lord también lo aconsejó: “Un escritor de verdad debe estar muy seguro de sus emociones antes de poner una pluma en el papel”, le dijo, según relata él mismo en el perfil citado. Hemingway recuerda en sus memorias una experiencia similar, cuando Gertrude leyó su texto Allá en Michigan: “Es bueno -dijo-, eso no se discute. Pero no se puede colgar. Quiero decir que es como un pintor que pinta un cuadro y luego, cuando hace una exposición, no puede colgarlo en público y nadie se lo va a comprar porque tampoco pueden colgarlo en una habitación (…). Uno no debe escribir nada que sea impublicable. No se saca nada con hacer eso. Es una acción mala y tonta”.

Pero Stein ya venía escribiendo en un estilo de difícil lectura. Por ejemplo, en los textos de Retratos (1912), “decidió bloquear casi por completo la capacidad descriptiva de las palabras” y pasó a concebir su escritura “como una labor compositiva de naturaleza abstracta en el sentido en el que hablamos de pintura abstracta”, dijo Esteban Pujals, ensayista y traductor, en una conferencia en la Fundación Juan March. En los textos de Botones blandos (1914), “la materialidad del lenguaje se realza en sí mismo, toma una realidad propia y es ilegible”, complementa.

El presente y el futuro de Gertrude también fueron sus árbitros y, acaso, sus potenciales lectores no la leyeron como le hubiera gustado, tal vez, pensaría ella, por ser parte de una “generación perdida”. “La obra de Stein ha venido presentando un aspecto esquinado y problemático, no sólo con respecto a la generación de sus contemporáneos nacidos a finales del siglo XIX, sino también con las generaciones siguientes. Han tenido que transcurrir cerca de cien años desde el momento en que fueran compuestas para que muchas de estas obras empezaran muy poco a poco a encontrar algo parecido al público que hubieran merecido tener en vida de Stein”, opinó Pujals en aquella conferencia.

Ese lenguaje repetitivo fue lo que caracterizó en general a la obra de Gertrude, con una escritura que tiende a una abstracción en donde el lenguaje se vuelve su propio tema, con una materia que se retroalimenta y se revuelve a sí misma, dejando fuera toda referencia espacial y temporal del exterior y construyendo un mundo propio con palabras, oraciones y párrafos que vuelven sobre sí, una y otra vez. Son textos ante los cuales el lector debe tomar un rol activo para darles sentido.

¿Qué resultaría de un diálogo entre un texto abstracto de Stein (como alguno de Retratos o Botones blandos) y las pinturas neoplásticas de Mondrian (como por ejemplo, sus Composiciones)? Ambos desconectan los elementos de la obra de las referencias de la realidad exterior; trabajan sobre la estructura, ya sea sintáctica o plástica; manejan un lenguaje abstracto y están influenciadas por el Cubismo. Los neoplásticos lo estudiaron, lo imitaron y luego lo profundizaron. Por su parte, para Stein, Picasso representaba el mayor ejemplo de realización que jamás había conocido, dice Leon Katz en un texto del catálogo de una muestra de 1970 en el MoMA sobre la colección de los Stein.

Con Juan Gris, eran “íntimos”, dijo ella misma en un artículo. “El cubismo se basa en la noción de que un objeto no es la suma de sus partes, sino que cada átomo de un objeto contiene en su interior la esencia del todo, y por tanto, puede reorganizarse a voluntad manteniendo el sentido global del objeto”, explica Carly Sitrin en un ensayo de la Universidad de Boston, en el que agrega que la obra de Stein “no está pensada para ser analizada palabra por palabra”, sino que “se digiere de una sola vez, en el presente continuo”.

Nacida el 3 de febrero de 1874, en Allegheny, Pensilvania, Stein vivió entre Viena y París hasta los seis años, cuando se mudó con su familia a California. Su madre murió cuando ella tenía catorce y su padre a sus diecisiete. A los veintinueve, Gertrude comenzaría su travesía parisina rodeada de pinturas, textos y la desolación de un mundo en pre guerra, guerra y posguerra.

Tal vez la coleccionista encontró en la abstracción literaria y en esa voz que va y viene y se repite, ese antídoto sobre el cual Allen la haría reflexionar años más tarde en su película.

Por Lucía Vázquez Ger

Fuente: La Nacion

Arte, historia y cultura: dos exhibiciones en Roma celebran los lazos entre Italia y Argentina

El artista italiano Davide Querin presenta sus “dimensiones conjuntas”, mientras que el arquitecto y fotógrafo argentino Fabio Grementieri devela su “arte de construir”

En un evento cultural sin precedentes, la Embajada Argentina en Italia se dispone a inaugurar dos exhibiciones en la ciudad de Roma, como parte de las actividades programadas en torno a la visita de la canciller Diana Mondino. Estas muestras, una dedicada a las artes plásticas y la otra a la fotografía, buscan resaltar y celebrar los profundos lazos históricos y culturales que han unido a Italia y Argentina a lo largo de los años.

Las exposiciones tendrán lugar en la Casa Argentina, la cual se ubica en un edificio de valor patrimonial construido en la década de los 20 por el reconocido arquitecto italiano Gino Coppedé, sobre la emblemática Vía Veneto, frente a Piazza Barberini. La cita para la inauguración está fijada para el próximo 13 de febrero a las 18.30 hs, en este enclave cultural situado en el segundo piso de la mencionada construcción.

La primera de las muestras lleva por título Roma y Buenos Aires, dimensiones conjuntas y está a cargo del artista italiano Davide Querin. La exposición promete ser un espectáculo visual a través de la disposición de óleos de 75×75 cm, organizados en cuatro hileras de cuatro cuadros cada una. 

Esta particular disposición permitirá a los visitantes apreciar la continuidad de una obra que, en conjunto, formará una impactante pieza de 300×300 cm. Querin, cuya obra se inspira en los paisajes y la cultura argentina, busca con su arte tender un puente imaginario entre las dos capitales.

En paralelo, Italia – Argentina, el arte de construir, curada por el arquitecto y fotógrafo Fabio Grementieri y con la colaboración de ediciones Lariviere, pondrá en relieve la influencia de la arquitectura italiana en Argentina. A través de fotografías de edificios emblemáticos construidos por arquitectos italianos en Argentina, la exposición narrará la historia de la arquitectura y el urbanismo que italianos y argentinos han compartido, destacando obras monumentales como la Casa Rosada, el Palacio del Congreso, el Teatro Colón, la Confitería del Molino, el Pasaje Barolo, y otros edificios significativos en diversas provincias argentinas.

Un segmento especial estará dedicado a la empresa Techint, exhibiendo imágenes de productos y edificaciones que testimonian el dinamismo y la innovación de la colaboración italo-argentina en el sector de la construcción y la ingeniería.

Ambas muestras no solo evidencian el rico intercambio cultural y artístico entre Italia y Argentina, sino que también reafirman la continua influencia mutua que ambos países ejercen el uno sobre el otro. Este evento se erige como una celebración de la hermandad y la colaboración, demostrando que los lazos históricos entre estas dos naciones son tan vastos como valiosos.

La Embajada Argentina invita al público a sumergirse en esta experiencia cultural única, que promete dejar una huella indeleble en el corazón de los visitantes.

[Fotos: Cancillería argentina]

Arte, historia y cultura: dos exhibiciones en Roma celebran los lazos entre Italia y Argentina