El camino del héroe


Los héroes y el mito. El periplo del héroe. Literatura y cine en relación a la obra de Aristóteles y Joseph Campbell. La mitología y la ficción.

Por Pablo Argañarás, Lic. en  cine y televisión
En el año 1949 se editó por primera vez «El héroe de las mil caras, psicoanálisis del mito» de Joseph Campbell.  Su irrupción en la escena cambió para siempre el modo de hacer contenidos para entretenimientos.  Este autor y su texto fueron leídos y tomado por guionistas, escritores y productores.  En esta obra, Campbell toma los postulados del psicoanálisis y lo aplica al estudio de las diferentes mitologías.   Su teoría del «Camino del Héroe» y el periplo que debe realizar fue copiado una y mil veces hasta el hartazgo.  Como espectadores lo vimos en páginas de libros y pantallas hasta el cansancio pero quizás no somos conscientes de ello.  «Harry Potter», «El señor de los Anillos», «Star Wars», entre otras producciones tienen su basamento en esta obra de Campbell.

Si tomamos a cualquier héroe de la mitología griega o romana (Aquiles, Jasón, Héctor o Perseo), y cotejamos con héroes de ficciones actuales (Harry Potter,  Frodo Bolsón  o Luke Skywalker) observaremos que la teoría y postulados de Campbell se cumplen a rajatabla.  En realidad, todos los caminos conducen a Roma, y todos los héroes actuales están cimentados en el periplo de los héroes de la mitología grecorromana.  La pregunta entonces sería, si desde la primera civilización siempre los héroes se comportaron de la misma manera, a que se debe esta manera de actuar en todos ellos,  desde Simbad el marino hasta Superman.

Campbell toma la teoría de Jung y la coteja con mitos, leyendas, tradiciones, rituales de diferentes pueblos del mundo.  Mitos polinesios o griegos, leyendas africanas, símbolos religiosos actuales.  De alguna manera según el autor, existe la posibilidad que todas estas simbologías puestas en ficciones se deban a creaciones naturales de la mente humana como raza madre.  No interesa la época histórica, la geografía o lugar en el mundo, el ser humano comparte cosas que le son comunes a nivel inconsciente, que lo afecta, modifica y lo hace trascender.

«El camino del Héroe» es el periplo que debe de realizar cualquier personaje con tintes heroicos, sea de la época o cultura que sea.  Así, el héroe vive sus días en un mundo ordinario inmerso en su cotidianeidad.  De repente se da un llamado a vivir una aventura.  Éste no da crédito a esa llamada porque cree que no es digno o que no es real.  Sucede que aparece un mentor que avala ese camino  y otorga un viso de realidad o coraje a nuestro héroe.  Cruza un umbral en donde a partir de allí estará inserto de lleno en la aventura para la cual se vio convocado.  Se darán a conocer sus aliados y enemigos.

Comenzará a atravesar pruebas varias en grados de dificultad creciente.  A medida que vaya tomando coraje y destreza en cada una de las pruebas se irá aproximando a la prueba final o gran prueba.  El héroe la superará y obtendrá su recompensa por ello.  Regresará a su antiguo hogar, pero él ya no será el mismo,  puesto que en el periplo fue mutando en alguien mejor.  Así cuando llega al final  a su hogar llevará consigo toda la sabiduría y templanza.

Si hicimos el ejercicio de leer detenidamente el párrafo anterior y repasamos el sendero de los héroes, nos daremos cuenta que todos pasan por esas pruebas.  Spiderman, Rocky, Leónidas, Nippur, Neo, o cualquier otro personaje heroico de las películas, comics o literatura.   Toda la ficción de la historia de la humanidad está cimentada en dos textos madres.  «Poética» de Aristóteles y «El héroe de las mil caras» de Joseph Campbell.  En estos dos libros,  se descubren los hilos que mueven los titiriteros del entretenimiento desde hace miles de años.  Toda la literatura, el teatro y el cine se estructuran de tales maneras que estos dos textos las ponen al descubierto.

No interesa el continente, la época ni los contextos históricos.  El hombre siempre respondió y lo sigue haciendo a ciertos llamados de nuestra naturaleza que hacen a finales de cuenta que seamos lo que somos… seres humanos.

Fuente: Diario Panorama